El ataúd, con el cadáver de Rossibeth Flores Rodríguez, de 29 años de edad, llegó la madrugada de este 10 de agosto a su tierra natal para ser enterrado juntos al de sus hijos, quienes fueron repatriados el pasado jueves.
La noche del viernes fueron velados los restos mortales de ambos niños enfrente de su casa.
Grecia Alvarado (11) y Ever Mejía (5) son los infortunados niños, quienes cursaban sexto grado y kinder, respectivamente.
Job Benítez, un vecino de la difunta, dijo que 'ella (Rossibeth) decidió irse para Estados Unidos porque quería superarse con sus hijos, sin imaginarse lo que podría acontecer'.
Además, Sandra Vargas, amiga de la familia de los asesinados, expresó que 'es una atrocidad lo que se ha cometido con la vida de los niños y de Rossi'.
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Por el asesinato de los tres hondureños está acusado el guatemalteco Marvin Orellana, quien vivió en el municipio de El Paraíso con la familia de los afectados años atrás.
'Que haga justicia Dios. De mi parte no siento nada, yo lo perdono', aseveró la madre de Rossi, Betti Rodríguez.
'La gente del pueblo quería que los trajeran vivo (a Marvin Orellana) para que sintiera lo que es quitarle por partes el cuerpo', comentó Luis Alfonso Flores, tío de la víctima.
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El presunto asesino de 31 años es culpado por tres cargos de asesinato en primer grado, mientras permanece en prisión, y será hasta el 30 de agosto que reciba una pena.
Fue el 5 de febrero de este año que el trío de catrachos emprendió su viaje a suelo estadounidense con la visión de tener una vida próspera.