Hondureños en el Mundo

Restaurante Bar Tamales Catrachos en Madrid, el sueño cumplido de Claudia Cortés

Emigró a Madrid, España, desde el Valle de Amarateca, Honduras, con el propósito de mejorar la calidad de vida de sus tres hijos: Wilfredo, Jimena y Diego. Con cada plato servido, ella comparte un pedazo de su hogar y lleva a sus clientes a un viaje culinario hacia sus tierra natal
20.07.2023

MADRID, ESPAÑA.- El camino hacia el éxito no fue fácil para Claudia Gabriela Cortés, quien dejó su tierra catracha con la determinación de compartir la riqueza de la cocina hondureña con el mundo.

Después de tres años de arduo trabajo y perseverancia, finalmente ha podido materializar su visión hasta lograr crear un espacio donde los amantes de la gastronomía puedan deleitarse con platos tradicionales de Honduras. Bar Tamales Catrachos es la historia de éxito de la emprendedora Claudia Cortés.

Todo comenzó cuando emigró a Madrid, España, desde el Valle de Amarateca, en el departamento de Francisco Morazán, Honduras, con el propósito de mejorar la calidad de vida de sus tres hijos: Wilfredo, Jimena y Diego.

“Viví tres meses donde mi excuñada cuando vine aquí, pero luego tuve que buscar una habitación y comencé a trabajar por hora porque yo desde que puse un pie es España quería traer a mis hijos para que ellos vivieran aquí”, contó Claudia al equipo de EL HERALDO recordando sus inicios en el país del viejo continente.

“A los tres años y medio de estar aquí, pude mandar a traer a mis hijos y fue ahí donde tuve que trabajar más porque tener aquí los tres niños era más difícil. Entonces se me ocurrió la idea de vender tamales”, relató.

Bar Tamales Catrachos, es el sueño hecho realidad de Claudia

Claudia comenzó vendiendo tamales por encargo a través de una página de Facebook, cautivando a los amantes de la cocina hondureña en Madrid. Su toque y sabor ganaron popularidad rápidamente.

“Abrí una página en Facebook y le mandé la solicitud a varias personas que yo veía que vivían aquí en Madrid y así me fueron contactando y haciéndome pedidos de más de 40 tamales y cada vez iban aumentando”, recordó.

Claudia se esforzaba enormemente para cumplir con todos los encargos a tiempo y también dedicaba sus noches a preparar los tamales. Por las mañanas, sin descanso, salía a buscar nuevos clientes. “A las 9:00 de la mañana yo ya estaba vendiendo de metro en metro, regresando a las 8:00 de la noche”, dijo.

Y agregó que cada vez que iba cargando esas bolsas pesadas, ella decía “‘algún día voy a tener mi bar y no voy a andar así’. Y lo logré, ya que gracias a Dios tuve la oportunidad de encontrar este local y fue muy fácil obtenerlo”.

Con dificultad, montó su restaurante

Aunque tener su propio local llamado “Bar Tamales Catrachos” ahora es un testimonio vivo de su perseverancia, no todo fue color de rosa para Claudia, pues también vivió momentos duros durante su emprendimiento.

“Yo pensé que iba a ser fácil (abrir su local) porque ya era conocida en el lugar porque vendía tamales. Recuerdo que el primer día solo vino una amiga y me compró un tamal y se tomó un café y eso fue todo”, recordó.

A pesar de la desalentadora situación, Claudia no se rindió. Mantuvo su fe en su cocina y continuó esforzándose por dar a conocer su propuesta culinaria única en la zona.

“Las primeras semanas fueron duras. Entre semana lo que vendía eran dos cafés y una que otra cerveza”, contó.

En lugar de rendirse y darle la espalda a sus sueños, Claudia miró hacia el futuro y empezó a hacer eco de su sazón con publicidad hasta que poco a poco su local se fue llenando de comensales.

Poco a poco se ha ido abriendo camino ante los paladares madrileños

La hondureña contó que no ha sido fácil conseguir clientes madrileños, ya que en la zona donde se localiza su negocio impera el racismo contra los latinos.

“La aceptación de españoles sobre el bar no ha sido muy buena, ya que en la zona donde vivo hay bastantes españoles y a veces hasta han llamado a la policía cuando ven gente aquí, sin embargo, eso no me detendrá para lograr mis objetivos”, manifestó con mucha determinación.

El restaurante está ubicado en Calle Carvajales #6, Metros: Embajadores L3 y Acacías L5, Madrid y ofrece una gran variedad de platos exquisitos. Aunque su fuerte son los deliciosos tamales, también ofrece otros deliciosos platillos hondureños como ser las catrachas, yuca con chicharrón, chilaquiles, pollo chuco, desayuno típico de Honduras con tortillas recién hechas, tamalitos de frijoles y además vende bebidas meramente hondureñas.

Claudia aseguró que seguirá trabajando arduamente para mantener vivo el espíritu de su restaurante. Su historia es un recordatorio de que los sueños pueden hacerse realidad, incluso cuando los comienzos son modestos.

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