TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Encerrada en una pequeña habitación, sin contacto con el exterior, bajo una profunda depresión y sin alimentos pasa sus días una joven estudiante hondureña en la provincia de Hubei, ubicada a escasas ocho horas de Wuhan, China, epicentro de la enfermedad Covid-19 que ya mató a 1,370 personas.
La estudiante, que solicitó a las autoridades de la Embajada de Honduras en la República de China (Taiwán) no revelar su identidad por temor a ser estigmatizada, soportó cuatro días sin recibir alimentos comiendo de una pequeña reserva que tenía debido a las medidas de aislamiento implementadas.
EL HERALDO conversó con Eny Baustista, embajadora de Honduras en la República de China (Taiwán), quien hasta ahora es la única persona que ha mantenido comunicación con la hondureña que vive un infierno.
Totalmente aislada
Obtener una especialidad en China se convirtió en la peor experiencia de vida para la joven hondureña, que agobiada por la depresión y el aislamiento se contactó con la embajadora de Honduras en Taiwán para pedir ayuda y alimentos.
Bautista relató que la joven angustiada le contó vía messenger y por correo electrónico que “primero todos los días le iban a dejar alimento a su cuarto en Hubei, sin embargo, después el período donde le dejaban la comida pasó a cada dos días, luego cada tres días, hasta que llegó a cuatro días, que fue cuando se preocupó bastante, ya que inclusive el alimento de reserva tenía que consumirlo para mantenerse”.
La embajadora describió a la muchacha como una hondureña luchadora que llegó a China hace un año y medio por sus buenas calificaciones buscando una especialidad, sin imaginar que la epidemia del Covid-19 iba a desmoronar sus anhelos, manteniéndola encerrada.
“Ella se comunicó con la embajada vía messenger y correo y ha estado manteniendo contacto con la embajada, nos comentó inclusive lo difícil que era estar encerrada en un apartamento viendo cuatro paredes en un lugar pequeño sin tener contacto con el exterior”, dijo.
Argumentó que la hondureña al principio del aislamiento le dijo que trató de mantener la tranquilidad, tratando de comprender las medidas de aislamiento, “pero después día tras día, hora tras hora, se vuelve inmanejable, no sabiendo qué es lo que está pasando afuera y no teniendo información, no teniendo contacto con la gente, realmente eso les aumenta el nivel de ansiedad, depresión y lo único que hacía para entretenerse era hablar con algunos compañeros”.
La embajadora relató que la estudiante en medio de su depresión tiene miedo de ser estigmatizada, “así como lo hicieron con unos compañeros de ella centroamericanos”, por lo que no quiere que por ahora su nombre se publique y solo sus familiares y las autoridades de Cancillería lo están manejando.
Bautista dijo a EL HERALDO que la muchacha es una joven dulce “y en su voz sentía el temor, por eso hemos tratado de hacer con la Cancillería de Honduras y muchos embajadores hasta lo imposible para ver la forma de poder ayudarle”.
Actualmente Honduras no tiene relaciones con China, lo que ha ocasionado que ayudarle sea una tarea casi imposible, “nos autorizaron un fondo para poder mandarle alimentos, pero hay muchas, sino demasiadas restricciones por parte de China Popular del alimento que se puede importar, entonces al final lo único que podíamos enviar era avena, galletas de soda y leche en polvo”, dijo.