El alto responsable del ministerio de Salud y Servicios Sociales estadounidense, Steven Wagner, declaró ante una comisión del Congreso que el gobierno había sido 'incapaz de determinar con exactitud el paradero de 1,475' menores que ingresaron de manera ilegal con sus padres.
Los menores fueron colocados con familias de acogida, detalló.
Warner dijo que el gobierno no había podido establecer contacto con esas familias en los últimos tres meses de 2017.
En los últimos dos años miles de padres mexicanos y centroamericanos, entre ellos hondureños, desesperados ante las nuevas medidas contra la migración tomadas por el presidente Donald Trump, enviaron a sus hijos sin custodia para que pudieran ser admitidos legalmente en Estados Unidos y, luego, ser reclamados por algún pariente que ya reside en el país. Sin embargo, muchos de estos fueron detenidos.
La polémica de Ivanka
Las declaraciones del responsable de Salud y Servicios Sociales, vertidas el mes anterior, trascendieron este lunes generada por la polémica foto de Ivanka Trump y su pequeño hijo, lo que hizo a los internautas pensar en la tragedia de los hijos que son separados de sus padres simplemente por entrar a Estados Unidos de manera ilegal.
Adicionalmente, este mes el secretario de Justicia estadounidense, Jeff Sessions, reiteró la política de 'tolerancia cero' con la inmigración ilegal seguida por el gobierno de Trump.
'Si haces pasar a un niño (ilegalmente), te perseguiremos. Y ese niño será separado de ti, como lo establece la ley', declaró entonces Sessions.
Los internautas usaron el hashtag #WhereAreTheChildren (DóndeEstánLosNiños) para denunciar la imagen de la hija del presidente en referencia a la separación de los hijos de migrantes de sus padres.
¿Nadie sabe dónde están?
Solo en 2017 entregaron a familias voluntarias más de 7,000 menores mientras los padres permanecían encarcelados a la espera de un juicio
El Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por su sigla en inglés) hizo una investigación interna que determinó que a fines de 2017 había 7,635 niños entregados por la agencia a familias de voluntarios y patrocinadores.
Cuando los asistentes sociales fueron entre octubre y diciembre del año pasado a comprobar el estado de los chicos se encontraron con que 6,075 todavía vivían con las personas asignadas, 28 se habían escapado, cinco habían sido deportados y 52 vivían con otra persona.
Los restantes 1.475 nadie sabe dónde están.
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