Lo saben bien la campaña de Donald Trump, que alcanzó la presidencia de Estados Unidos al superar por la mínima diferencia a Hillary Clinton en tres estados claves ( Pensilvania, Míchigan y Wisconsin).
El actual presidente es la prueba más reciente que la elección se termina por definir en unos cuantos de los 50 estados (51 con el Distrito de Columbia).
En este 2020, que enfrenta a Trump con Joe Biden, esos y otros estados vuelven a estar en la mira de las encuestadoras y políticos porque reflejan un panorama apretado.
Un estado bisagra
Un repaso no viene mal: en lugar de elegir el gobernante por mayoría de votos, en Estados Unidos se hace mediante un Colegio Electoral conformado por 538 delegados. Triunfa quien obtenga al menos 270 votos electorales.¿De dónde salen los delegados? De los estados, que tienen un determinado número de representantes de acuerdo a la cantidad de población y otros lineamientos. La clave es que quien gana la elección en cada estado obtiene todos los delegados. Nada de repartir: se lo lleva todo.
En otras palabras, 51 elecciones simultáneas.
Algunos estados tienen una marcada tradición demócrata o republicana, por lo que los candidatos dan por sentado ganar esos votos electorales, como California y Nueva York con los democrátas y Texas con los republicanos.
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La carrera se aprieta en aquellos estados que no tienen una línea política definida y tienden a virar en cada elección. Se les conoce como estados bisagras o pendulares (o 'swing state' en inglés).
Pensilvania, Míchigan, Wisconsin, Florida, Arizona y Carolina del Norte se llevan ese título de estados pendulares. Trump ganó los seis en 2016.
Para este 2020, la mayoría se inclina a favor de Biden, aunque el demócrata no termina de consolidar su ventaja. Algo juega a su favor: algunas de esas zonas están golpeadas por el covid-19 y su población puede asestar un golpe de castigo al gobernante.
En los siguientes gráficos analizamos quién es el favorito de cada estado:
Pensilvania
Florida
Míchigan
Wisconsin
Arizona
Carolina del Norte
¿Sorpresas?
Lo particular de esta elección es que algunos estados -de tradición marcada a un partido- pierden color: cada vez es más reñida la competencia.Texas y Geordia, bastiones de los republicanos, se destiñen. A este día de la elección, deberían presentar una clara inclinación para Trump, pero se mantienen en un empate técnico.
Biden tampoco se puede confiar. No termina de consolidar su liderazgo en ciertas zonas. Todo puede pasar.