El día a día de JOH en prisión y lo que habla con su familia: Ana García revela detalles
Sentada en la sala de su hogar, Ana García conversó con EL HERALDO previo al juicio por narcotráfico que enfrenta el expresidente en Estados Unidos
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TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Sonó el teléfono móvil y el rostro de Ana Rosalinda García Carías se iluminó con un color púrpura esperanza. Del otro lado de la línea, en uno de los pocos espacios en los que la Justicia estadounidense le permite salir de su celda, el expresidente hondureño Juan Orlando Hernández saludaba a su esposa. “Era él... era mi esposo”, explicó ella, luego de tomar la llamada en su iPhone última generación.
La exprimera dama de Honduras no profundizó en detalles, pero su voz se tornó más alegre durante la entrevista con EL HERALDO y que había iniciado 38 minutos antes, en la que contó cómo vive JOH en medio de cuatro paredes penitenciarías, luego de su extradición a Estados Unidos en abril de 2022, acusado de tener nexos con el narcotráfico.
García, asegura que mantiene su fe inquebrantable y desde hace dos años ha defendido la supuesta inocencia de su esposo. Su lema ha sido: “él volverá, porque no solo soy yo, no es solo por lo que he visto en mis ojos, es por lo que creo”, asevera.
Insiste en que las acusaciones provienen de una venganza de narcotraficantes que buscan desquitarse con su esposo por las políticas que impulsó desde su gobierno, no obstante, la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York también asegura tener pruebas determinantes en su contra.
Desde su residencia en la colonia San Ignacio en Tegucigalpa, el mismo lugar en el que fue capturado por un fuerte contingente policial, Ana García se refiere al caso de JOH, que este próximo lunes 12 de febrero se enfrenta a la justicia estadounidense.
El 15 de febrero del 2022 es la fecha de la detención de JOH. ¿Cómo vivieron ese día?
Fue un día difícil, doloroso, lo recuerdo muy duro. Estábamos justo aquí en este lugar (sala de su vivienda) con Juan Orlando, ese día cuando nos llegó la noticia de que se había pedido una extradición inmediatamente pues investigamos. Juan Orlando llamó a su amigo y ese amigo llamó a alguien del gobierno actual y esa persona le confirmó que se trataba de Juan Orlando, entonces desde ese momento supimos de qué se trataba esta situación.
Lo que tampoco imaginábamos era el nivel de odio que se demostró ese día, que ahora sé, porque lo he investigado, ahora sé porque me lo han contado, que hubo un guión preparado y que pusieron a las fuerzas de seguridad a practicar lo que tenían que hacer, con una exhibición descomunal de fuerzas. Las personas se pararon afuera de mi casa con las armas cargadas, dispuestas a disparar. Nosotros aquí adentro no sabíamos si ellos iban a derribar los portones, si iban a entrar con la turba que estaba afuera, si lo que querían era asesinarnos, si lo que querían era secuestrarnos. Era una situación muy difícil. A ciertas horas de la noche, los abogados salieron porque ni siquiera pudieron llegar a dar declaraciones, porque no se los permitió la turba que habían dejado entrar los mismos miembros de la policía. Los abogados regresaron a la casa y recuerdo que ahí, en esa esquina, en ese cuadro (señalando), grabaron el mensaje que fue liberado en el medio de comunicación, donde se les decía que Juan Orlando, al tener la orden de captura emitida por el juez competente, inmediatamente él se iba a entregar voluntariamente.
¿Esperaban que Estados Unidos extendiera la orden de extradición a Juan Orlando?
Fue una sorpresa ver que lo hicieron, porque realmente mi esposo siempre, durante su gestión como presidente, mantuvo una relación cercana y de trabajo constante con el gobierno de los Estados Unidos, ellos tienen toda la información y eso es parte de lo que se ha pedido en este proceso, todo lo que es la información clasificada han sido prácticamente como que dice dos procesos en uno.
Tiene que ver con la información que tenía la Fiscalía, pero además la petición que hizo la defensa de toda la información clasificada y en esa información hay abundante o va a haber abundante documentación que demuestre el compromiso de Juan Orlando, que demuestre todo el trabajo efectivo que se hizo.
Mis hijas eran unas niñas cuando Juan Orlando llegó a la presidencia del Congreso y tal vez no recuerdan lo que era Honduras en ese momento, yo sé que muchos sí recuerdan el país en que vivíamos en el año 2010, la violencia que existía, el tema del narcotráfico siendo un flagelo terrible que puso a Honduras en el primer lugar de los países más violentos. Contra eso se enfrentó Juan Orlando, y no de palabras, porque hoy muchos hablan y dicen que no, Juan Orlando accionó desde el Congreso, se emitieron leyes que cambiaron las circunstancias del país para bien, por ejemplo la aprobación de la reforma a la extradición, la aprobación de la ley de incautación de bienes y una serie de reformas como la creación de la Policía Militar, de la Policía Nacional y en fin, una serie de leyes que ayudaron a mejorar la situación en el país.
Entonces, todo eso está contenido en toda esta información clasificada, que también para Juan Orlando son vivencias que va a poder acreditar en el juicio de diferentes maneras y que demuestran que su compromiso siempre fue por la seguridad, por la paz de las familias hondureñas y que hoy lo que está pasando es una venganza de narcotraficantes que se han asociado con sectores oscuros, que también van a salir a la luz quienes son y muchas otras personas que se aliaron para crear esta narrativa que pareciera como de ficción cuando se revisa. Pero la verdad va a salir a la luz, va a prevalecer y se va a demostrar que Juan Orlando es inocente y todo lo que se ha estado tramando detrás de estas situaciones.
¿Quién les informa a ustedes de la extradición?
Bueno, ese día nos informó una de mis sobrinas, me mandó un mensajito donde me decía: ‘Tía, mire por favor las noticias que están saliendo’, y luego, Juan Orlando llamó al doctor Mauricio Oliva, que en ese momento acababa de salir como presidente del Congreso Nacional, y le pidió que averiguara con el expresidente (Manuel) Zelaya. A través de esa llamada telefónica, a los pocos minutos, el doctor Oliva le volvió a llamar, le dijo: ‘Sí, presidente Juan Orlando, me informaron que se trataba de usted’.
¿Qué pasó en su familia antes de la detención, como transcurrían los días?
Después de estar, digamos que 12 años expuestos al público, cuatro años como presidente del Congreso, y de hecho un poco más porque también cuando diputado, pero obviamente no era lo mismo ser diputado que ser presidente del Congreso, y luego ocho años siendo presidente de Honduras, esos eran días como que estábamos en realidad, en una nueva realidad, que ya sabíamos qué venía, en el sentido de que ya no éramos ni presidentes ni primera dama, ya nuestros hijos estaban grandes, de hecho nuestra hija estaba fuera del país, nuestro hijo se había casado, éramos abuelos, entonces estábamos como adaptándonos a una nueva comunidad.
No era retomar lo que había sido antes porque ya no éramos los mismos, habíamos pasado el tiempo en una función pública muy demandante y obviamente lo que buscábamos era un poco de vida privada. Eso era lo que queríamos.
Juan Orlando me decía: ‘Ana, nos vamos a ir a Gracias, allá vamos a permanecer, vamos a tratar de vivir el tiempo’, yo había pensado retomar mis actividades como abogada...En fin, una vida más privada y más normal, entonces ese día estábamos aquí, había sido un día que habíamos estado prácticamente todo el día aquí en la casa, después de tanto tiempo, tener un día como que en medio de todo el ajetreo que siempre tuvimos, en eso estábamos.
Juan Orlando estaba sentado aquí, justo atrás, viendo televisión, eran como las 5 de la tarde, y yo venía entrando por esta puerta de acá a decirle que iba a salir a tener una reunión con una amiga abogada, cuando justo en lo que salgo literalmente de aquí a allá, me cae el mensaje, me devuelvo y ya pues comenzamos.
Cuando confirmaron que se trataba del caso JOH ¿Contemplaron la idea de huir del país?
Eso es falso, y eso es parte de las mentiras que construyeron algunos miembros del partido actual de gobierno, fue un diputado, creo, y fue también un dirigente de otro partido que lo dijo y lo aseguraban como que era cierto. O sea, yo digo ‘el descaro de esta gente de cómo miente y cómo se hace engañar’, la verdad es que no es cierto.
Lamentablemente hoy día vivimos en un sistema, vivimos en un mundo donde se privilegia la mentira sobre la verdad, entonces la gente dice cualquier cosa por hacer noticias, por hacerse famoso y luego la post verdad. Yo le puedo decir con toda la certeza de que eso es falso, jamás estuvo en Juan Orlando el deseo de huir, jamás esa ha sido su conducta, Juan Orlando es un hombre valiente, que durante toda su presidencia, y durante toda su vida, ha enfrentado los problemas de frente, sin rehuir. Y en este caso, ¿huir a dónde?, ante las circunstancias que estábamos. ¡Jamás, jamás, jamás hubo el más mínimo pensamiento de salir!
Pero, hay gente que aseguró incluso que había llegado hasta la frontera de Nicaragua y se inventaron no sé cuántas cosas más, pero yo le digo al pueblo hondureño, y eso ha sido parte del movimiento que nosotros con mis hijas hemos tenido en redes sociales, es decirle al pueblo hondureño, nosotros le vamos a hablar siempre con la verdad, le vamos a decir las cosas tal cual son.
¿El expresidente está consciente que está a un paso de recibir una posible pena perpetua?
Él ha revisado la información que han podido tener a la vista, ha sido bastante complejo, ha sido bastante dificultoso el proceso por varias circunstancias. Uno, porque el juez impuso a petición de la Fiscalía una restricción para que la información solo la pueda revisar cuando llegue el abogado. El abogado llega unas horas a la semana a revisar, a ver, pero también hay días en que hay separaciones, significa que hay cerca de 47 personas que no pueden estar en el mismo lugar junto con Juan Orlando. Por lo tanto, si una de estas personas está en el lugar de reuniones legales, Juan Orlando no puede estar ahí tampoco y eso atrasa, y eso va sumando y va sumando.
Él está claro de su inocencia, él está convencido de que vamos a demostrar que todas esas acusaciones que se han levantado en su contra se sustentan en el testimonio de testigos que son delincuentes, que son narcotraficantes confesos, asesinos, que tienen acuerdos con la DEA y con la Fiscalía y que a cambio de sus testimonios están buscando tener mejores condenas, es decir, reducir sus sentencias. Estos testigos, de hecho, algunos no han sido ni siquiera sentenciados y además que puedan tener nuevas identidades ellos y sus familias.
Quiero decir que ahí muchas veces se habla un poco, digamos que de la mucha desinformación que hay, porque yo quiero decirle al pueblo hondureño, nosotros estamos seguros de que el escenario va a ser favorable, de que Juan Orlando va a demostrar, junto con el equipo de la defensa, y todas las pruebas que se vayan a aportar, su inocencia.
Pero también quiero recordar que en el caso de Juan Orlando hay condiciones para la extradición, así que cuando se habla de cadenas perpetuas, eso no está ni siquiera considerado, esas son las condiciones de la extradición, mucho menos lo hemos considerado nosotros porque sabemos firmemente que Juan Orlando es inocente y eso lo vamos a demostrar.
No hay pruebas, yo no he podido verlas, como le dije, después puso una restricción, solo lo ven los abogados, pero obviamente hablamos con Juan Orlando y el abogado (Raymond) Colon, siempre me han manifestado que hasta lo que ellos han revisado y han avanzado no hay conversaciones, no hay fotografías, no hay videos, no hay escuchas telefónicas, no hay documentos donde se relacione a Juan Orlando directamente con estas personas. Todo se ha basado por parte de la fiscalía en el testimonio de estos testigos que son personas que odian a Juan Orlando, que juraron vengarse de Juan Orlando y que, en efecto, eso es lo que están construyendo, una venganza, pero como dice el refrán: ‘La mentira tiene patas cortas’ y todas esas mentiras se les van a caer porque no las van a poder demostrar.
Ha mencionado que familiares están en contacto con JOH, ¿Qué familiares son?, ¿Alguien los visita en la prisión?
Nosotros podemos hablar con Juan Orlando por teléfono, una llamada normal y lo que hacemos es saber administrar su tiempo... Sí, hemos aprendido a administrar el tiempo para que podamos hablar por teléfono por lo menos un minuto al día cuando ya no tenemos minutos. Pero normalmente podemos hablar, digamos, una llamada lo máximo que puede durar es 15 minutos y esos 15 minutos pues tenemos que saberlos distribuir a lo largo del día para poder ir reservando minutos y no quedarnos.
Podemos escribirnos por correo electrónico, ahí no hay ninguna restricción. Y sí, hay algunas personas, familiares cercanos y amigos cercanos que lo han visitado, que lo visitan con cierta regularidad y que han conversado con él. Al igual, pues, hay una persona que lo visita, aparte de darle una palabra de fe y aliento. Buscamos que siempre tenga a alguien que lo pueda acompañar en su día, la semana, la visita y que pueda tener a alguien.
En las llamadas de 15 minutos, ¿normalmente de qué es lo que más hablan?
Bueno, la verdad que lo que él tiene es una cantidad de minutos al mes. Nosotros, por disciplina, tratamos de hablar esos 15 minutos para que nos ajuste para todos los días del mes.
No tengo exactamente cuantos minutos hablamos, pero sí debería de ajustar para hablar por lo menos 15 minutos. Una llamada, una sola puede durar hasta 15 minutos, a los 15 minutos se corta. Obviamente hay días que solo tenemos 2 minutos, 3 minutos, 5 minutos. Y siempre que tenemos tiempo...
Bueno, la regla número uno siempre es un tiempo de oración, ponernos en manos de Dios, pedirle a Dios que nos dé su dirección, que nos ayude a llevar toda esta situación, que nos guarde cada una de las amenazas que podamos tener o de las circunstancias.
Luego preguntarnos cómo está él, cómo estamos nosotros, cómo está él. la familia, por ejemplo, mi suegra, mis hijos, si no están ellos conmigo en ese momento, mi nieta, al fin, hablar un poco de cómo estamos, hablamos también de cómo avanza el proceso, y a él siempre le gusta estar un poco informado de lo que está sucediendo en el país, entonces, si hay algún tema importante que sea para resaltar, lo resaltamos.
En las visitas al exmandatario, ¿son personales o hay algún tipo de restricciones allá?
Pues lo que me han comentado al principio, cuando todavía estaba muy fuerte lo de la pandemia, sí tenían algunas separaciones con plástico. Hoy día no, hoy día el covid ya no es un problema. Entonces las visitas, me han comentado, es en una sala donde las familias se sientan cada día.
¿Los familiares que lo han visitado cómo describen su condición física?
Él está bien, porque yo se lo he preguntado, siempre le pregunto cómo está, y él me dice que está bien, quizás un poco más canoso, un poco más blanco, obviamente no está expuesto al sol.
Se ha dejado crecer la barba, porque no es fácil dentro de la prisión rasurarse. Él mismo tiene que cortarse el pelo, esos solo son detalles. Pero en general tiene siempre una disciplina en cuanto a sus hábitos de comida, al ejercicio, estar activo mentalmente. Mis hijas, por ejemplo, frecuentemente le mandan libros para que él pueda leer, hay una variedad de escritores que él ha estado revisando, leyendo.
Asimismo, también el tiempo que dedica a estar leyendo lo más que puede, analizando la información que él pueda realizar, porque no es toda dentro de la prisión. Y, por supuesto, la palabra de Dios que no nos falta en el día a día.
¿Cómo y qué tipo de libros le envían? ¿Qué más le mandan aparte de libros?
Solamente le podemos enviar libros y algunas veces se le pueden enviar ciertas revistas, es bastante restringido para enviarlos, solamente pueden enviarse a través de Amazon, y que sean libros vendidos por Amazon y enviados por Amazon.
¿Qué desafíos ha tenido usted al ser la esposa de Juan Orlando Hernández?
Para mí ha sido un honor estar siempre junto a él, lo conocí siendo muy joven y nos casamos, yo tenía 20 años. Ahora ya tenemos 34 años (de casados) y siempre he admirado a Juan Orlando, porque desde que lo conocí éramos estudiantes de derecho los dos, él era un líder estudiantil en ese tiempo y siempre lo vi como una persona muy inteligente, que tenía sus metas muy claras, muy comprometido con las causas en las que se involucra.
Así fue nuestra vida, ha sido nuestra vida como esposo, como padres y ahora como abuelos, entonces para mí siempre ha sido un honor y cuando él decidió entrar a la vida política entró desde que nos conocimos, ya estaba en la política, desde que nos casamos, yo siempre cuento que nos casamos un 3 de febrero del año de 1990, eso fue un sábado y el lunes él comenzó a trabajar en el Congreso Nacional y desde ahí pues comenzó a gustarle mucho más la vida política.
Entonces, cuando a él le surgió la oportunidad y varios amigos le propusieron en el Congreso Nacional, cuando él era presidente del Congreso, aspirar a la presidencia, lo hablamos como familia y una de las cosas que decidimos junto con nuestros hijos e incluso después, cuando se dio el proceso de la reelección, era apoyarlo, porque la política es tan consumidora en tiempo que usted necesita como familia estar de cierta manera pues apoyando por los desafíos que hay.
Pero para mí siempre ha sido un honor y hoy más que nunca lo digo como esposa, yo me siento orgullosa de mi esposo, porque en medio de todas las dificultades que él enfrenta todos los días es alguien que todos los días nos da palabras de aliento a mí, a mis hijos, a mi suegra. Aunque él haya atravesado momentos difíciles, privaciones en ese lugar, desafíos en el día a día, todo lo que una persona puede imaginar en medio de una prisión, lejos de su familia, pensando sobre todo cómo estamos nosotros, las amenazas que nosotros tenemos, los riesgos que nosotros tenemos, las dificultades, las campañas de odio que enfrentamos. Pero, yo admiro su valentía, admiro su determinación, admiro su liderazgo, admiro su calidad humana y yo siempre le digo gracias, Padre, por el gozo que me diste, por el padre de mis hijos y sé que él está también aferrado a Dios y que cada día lo vemos como un día menos para volver.
¿Las amenazas hacia su persona, de qué tipo han sido?
Sí, sí hemos recibido. En su momento yo la denuncié hace unos meses atrás y no es fácil enfrentar este tipo de situaciones, pero aquí estamos tomados de la mano.
En ese momento se nos notificaron unas amenazas, supuestamente era un secuestro en contra de nuestra familia. Eso salió al público, pero gracias a Dios aquí estamos, pero siempre es una situación compleja, porque como lo he dicho antes, nuestra familia está constantemente enfrentada a una campaña de odio todos los días en este país, y si revisamos y nos vamos a ver las redes sociales o los medios, hay alguien que habló en contra de mi esposo, incluso desde la posición de autoridad de gobierno, y eso va creando una campaña de apología al odio, donde uno no puede conocer los riesgos que pueden darse.
Desde que Juan Orlando no está con ustedes, cotidianamente ¿qué acostumbran a hacer ahora?
No salimos tanto, han habido momentos de amenazas, entonces uno tiene que ser prudente también. Pero las veces que salimos, tal vez a donde nuestras familias, mis hijas pues tienen, cada una tiene su trabajo y lo hacen de manera remota, entonces no tienen por qué salir fuera de la casa. Pero, tratamos de tener siempre ese tiempo de compartir en familia, de poder dedicarnos también mucho al proceso, al caso, seguir estudiando lo que está pasando, la información que nosotros tenemos, cómo complementar y ayudar a Juan Orlando, así como al equipo de los abogados. En general, llevar dentro de lo difícil que es, lo normal que podemos llevar ese compartir en familia ha sido muy importante para nosotros, darnos esa fortaleza entre nosotros mismos, con nuestros hijos.
¿Ustedes reciben ingresos o algún apoyo económico?
En este momento ha sido bastante difícil porque no puedo trabajar. Sí, he recibido el apoyo de parte de mi familia, por supuesto, pero es una situación compleja. No quiero hablar de mis finanzas personales, más quiero enfocarme en el tema de lo que significa costear una defensa para los Estados Unidos.
¿Han contemplado conseguir ayuda financiera como parte de su esquema?
Es que esa es la mayor dificultad que enfrentamos, porque cuando vino el proceso de incautación, en mi caso en particular, mis cuentas fueron cerradas, no soy sujeto de crédito en los bancos, precisamente por todo este proceso. Ni siquiera puedo decir ‘voy a ir a X banco o a esta aseguradora para que me extiendan un seguro médico’, esto parte de todas las limitaciones a las que nos enfrentamos.
A mí no me gusta comentarlas porque yo no es que busco que la gente me tenga lástima, no se trata de eso, es la realidad que me toca vivir y en medio de toda esa difícil realidad me toca lidiar también con una campaña permanente de desprestigio, de gente que dice que nosotros teníamos millones de millones de lempiras, que éramos dueños de no sé qué, de no sé cuánto, ¿cuántas mentiras no se han dicho sobre mi familia? al final es ridículo las cosas que muchas personas dicen. Yo ya los he identificado, ya sé quiénes son y cómo se mueven en esas redes que tienen de desprestigio y dicen cualquier cosa que se les ocurra decir.
Con el tema de la defensa, ¿ cuánto dinero han costado los honorarios?
Sí, ha habido una inversión, por supuesto, en el pago de los honorarios de lo que hasta el momento se le ha hecho al abogado (Raymond) Colón. No quisiera dar cantidades, creo que por ahí anduvo incluso el contrato que era la base de lo que habíamos escrito.
No ha sido fácil, ha sido bastante complejo poder cumplir con estas obligaciones, pero aquí estamos hoy ante la situación que enfrentamos y hemos pedido el apoyo para poder extender el tipo de la defensa y poder tener la posibilidad de ampliarlo y hacer una revisión muy importante de toda esta información.
¿Cómo ha sentido usted el apoyo del Partido Nacional?, los líderes como Tomás Zambrano y Mauricio Oliva, ¿ellos los han respaldado?
Varias de las personas que usted me nombra, mantengo un permanente contacto con ellos, y ellos han estado siempre... Hay otros de los que se acercan, que tampoco voy a particularizar, que no los he vuelto a ver, pero sí le puedo decir que a nivel del Partido Nacional he sentido un fuerte respaldo a través de diferentes mensajes, mensajes de la gente.
Agradezco siempre ese apoyo de miles y miles de líderes del Partido Nacional y de los 18 departamentos que reconocen que lo que le hicieron a Juan Orlando fue sumamente injusto, que reconocen que hoy, viendo para atrás la situación, quizás por el temor de lo que en ese momento se estaba viviendo, pero que me han dicho, abogada estamos con ustedes, estamos con el presidente, sabemos que él es inocente, conocemos de su trabajo, conocemos de su compromiso con Honduras y estamos listos, y así me lo han dicho, más que listos para ir a recoger al presidente el día que venga.
El hashtag ‘#Volverá’, ¿de dónde surgió todo esto?
Cuando sucedió todo esto, llegó un momento en que nos quedamos nosotros como cuando le dan un golpe y se queda sin aire. Y por un momento, así nos sentíamos como familia, y luego entendimos que hay momentos en la vida que si usted no se para a defenderse, nadie lo va a defender. Y aquí los únicos que podíamos pararnos a defender éramos nosotros como familia, y así surgió con mis hijas, Daniela e Isabela, empezamos a publicar estos videos en redes sociales... Al principio mucha gente se burlaba de nosotros y nos decía cosas groseras, pero poco a poco, ha crecido y ahora, donde vamos, especialmente mis hijas, si alguien las ve, las estoy abriendo siempre con mucha curiosidad, pero la gente siempre se le acerca a ellas y a mí también, por supuesto, y siempre hay una palabra de respaldo, una palabra de aliento, les dicen: ‘Estamos con ustedes, sabemos que el presidente es inocente, volverá’.
¿Qué espera usted del caso?
Yo tengo mi fe puesta en que Juan Orlando va a volver... Ahí estoy centrada en que él va a volver, porque es que no solo soy yo, no es solo por lo que han visto en mis ojos, es por lo que creo y yo creo que hay un Dios de justicia y sé que en su justicia descanso. Así que vamos a estar juntos, vamos a darle gracias a Dios y vamos a retomar esos planes que teníamos juntos.
¿Si sucede, retomarán sus planes de irse a Gracias o vuelven a la vida política?
No, volvemos y quisiéramos tener una vida privada y poder disfrutar de lo que no hemos disfrutado...Algo aprendí, yo creo que en la vida cuando pasamos por momentos tan difíciles siempre hay una lección de parte de Dios y tenemos que entender que la voluntad de Dios no siempre es la nuestra y al final pues uno tiene un plan pero Dios lo cambia.
Mi plan en aquel momento era eso, precisamente una vida privada y ha sido todo lo contrario, más bien es más expuesta que quizás cuando estuve como primera dama. Pero nuestro deseo sinceramente es tener una vida privada, lo he dicho muchas veces porque me he reunido con diferentes líderes de mi partido y con grupos que nos apoyaron estando en el gobierno y siempre les he dicho eso, no hay un interés político nuestra vida política ya tuvo un desempeño, lo que nosotros queremos es justicia y esta causa donde yo he ido, donde he hablado con quienes he conversado siempre lo expreso, es una causa por la justicia porque lo que han hecho contra Juan Orlando es injusto, porque lo que hoy enfrentamos está fundamentado en las mentiras de narcotraficantes, asesinos confesos con deseos de vengarse y que lamentablemente tuvieron el oído de algunas personas con intereses oscuros, sectores oscuros, dentro de varias organizaciones, pero la verdad va a salir a la luz y nosotros estamos seguros, primero que nada en Dios y luego en lo que Juan Orlando ha venido haciendo junto con el abogado y la vivencia de todo lo que él hizo como presidente, que la verdad se va a demostrar, que él pronto volverá.