En juicio contra JOH, la Fiscalía pide admisión de evidencia secreta y llamadas

La Fiscalía de Nueva York solicitó incorporar pruebas secretas y llamadas de cabecillas de La Mara Salvatrucha y el exjefe de la Policía Nacional

jue 8 de febrero de 2024 a las 8:16

NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS.- A pocas horas para que se desarrolle el juicio contra el expresidente Juan Orlando Hernández en Nueva York, la Fiscalía de Estados Unidos solicitó a la Corte Federal del Distrito Sur que se admita un legajo de evidencia secreta y una serie de llamadas telefónicas interceptadas, que implican al acusado en la conspiración.

Aunque la evidencia secreta aparece bajo sello, en relación a las llamadas, la Fiscalía sostiene que se trata de cuatro que fueron hechas por cabecillas de la Mara Salvatrucha y el exjefe de la Policía Nacional, Juan Carlos “El Tigre” Bonilla, que fueron interceptadas legalmente por las autoridades hondureñas en 2015.

“Varios de los cómplices del acusado (JOH) hicieron declaraciones a testigos, o a otros cómplices en presencia de testigos, sobre la conspiración de narcotráfico, sus esfuerzos para protegerse a sí mismos y su operación de narcotráfico y sus intentos de aumentar su poder en Honduras a través de la corrupción y los sobornos alimentados con cocaína”, manifiesta el documento presentado por los fiscales. Días atrás, la Fiscalía anticipó que Devis Leonel Rivera Maradiaga, cabecillas del cartel de los Cachiros, testificará sobre su participación en las conspiraciones acusadas de narcóticos y armas de fuego.

“El Gobierno también espera que Leonel Rivera testifique que los Cachiros utilizaron la MS-13 tanto para proteger los cargamentos de droga de la conspiración en Honduras como para llevar a cabo actos de violencia en su nombre”, indica el documento. Asimismo, ratifica que “el acusado (JOH) y Bonilla formaban parte de la misma conspiración; por ejemplo, la Corte ya ha dictaminado que las pruebas relacionadas con la participación de Bonilla en un asesinato bajo la dirección del hermano del acusado, Tony Hernández, son admisibles como pruebas de las operaciones de la conspiración, y tienen que ver con la naturaleza, estructura, roles en la conspiración”.

Las llamadas

La primera llamada interceptada fue Identificada como GX 403, se realizó el 5 de junio de 2015, entre el jefe de la MS-13, Yulan Adonay Archaga Mendoza alias “El Porky” y una mujer no identificada (“CC-1) en la se discutió que la presidencia del acusado no iba a durar mucho más porque había mantenido una conversación telefónica interceptada con “El Tigre” Bonilla, durante el cual se discutió que el acusado había recibido millones de dólares de parte de Héctor Emilio Fernández Rosa, alias “Don H” y el cartel de los Valle Valle.

Esta llamada es admisible como prueba, de acuerdo a los Fiscales, porque en juicio demostrarán que “Bonilla y los Valle trabajaron con el acusado y sus co-conspiradores para traficar narcóticos a través de Honduras y hacia Estados Unidos y, a cambio, el acusado recibió sobornos de los Valle para su primera campaña presidencial”.

“La Fiscalía además tiene la intención de ofrecer pruebas de que la MS-13 y sus pandilleros ayudaron a proteger a los cómplices del acusado y sus actividades de narcotráfico. Por lo tanto, la actualización de Mendoza al CC-1 tenía claramente la intención de informar a un co-conspirador del progreso de la conspiración, y aconsejar CC-1 que la administración del acusado y la protección de sus actividades de narcotráfico pronto podrían llegar a su fin”, establece.

La segunda llamada interceptada es identificada como GX 404 y se materializó el 19 de junio de 2015 entre Mendoza y otro jefe de la MS; David Elías Campbell.

Durante la llamada Mendoza le dijo a Campbell, en suma y sustancia, “que el acusado había asignado un equipo policial de élite para intentar matar a un narcotraficante, Bayron Ruiz, quien había trabajado con el acusado y su hermano, Tony Hernández, para evitar que ese traficante fuera arrestado por las autoridades estadounidenses y potencialmente los expusiera si decidía cooperar contra ellos”.

Según la Fiscalía “Mendoza proporcionó a Campbell una actualización sobre el estado de la conspiración; en particular, que el acusado había arreglado el asesinato de un narcotraficante en particular, Bayron Ruiz, para que no fuera arrestado y cooperara con las autoridades estadounidenses, exponiendo así al acusado y a su hermano, Tony Hernández, a responsabilidad penal”.

A primera vista, manifiesta la Fiscalía “esta conversación, en la que Mendoza describió que Ruiz había trabajado con el acusado y su hermano, y los esfuerzos del acusado para garantizar que las operaciones de la conspiración no fueran expuestas, tenía claramente la intención de “informar a un co-conspirador del progreso de la misma y también para identificar a los miembros de la conspiración”.

Revela que durante “esta conversación interceptada fue intercambiada y discutida por otros dos miembros de la conspiración, Geovanny Fuentes Ramírez y el “Comisionado Martínez”, un ex oficial corrupto de la Policía Nacional de Honduras”.

“En las comunicaciones electrónicas entre Fuentes Ramírez y Martínez, que tuvieron lugar alrededor del 25 de febrero de 2020 y que la Fiscalía presentó en el juicio de Fuentes Ramírez y el Tribunal ya dictaminó que son admisibles en este juicio, los dos discuten cómo las escuchas telefónicas se hicieron públicas y Martínez le envió a Fuentes Ramírez una nota de voz que contiene una parte de GX 404”. Al discutir la llamada, Martínez dijo “es un espectáculo de mierda”, a lo que Ramírez respondió: “Sí, va a ser un desastre. Va a ser un jodido desastre”.

La tercera llamada es la GX 405 del 29 de septiembre de 2015, Mendoza, Campbell y otro cabecilla de la MS, Jairo Anwar Orellana (asesinado en una prisión en 2020), recibieron una llamada durante la cual discutieron que Los Cachiros estaban ahora bajo custodia en Nueva York y estaban jugando al “gato y el ratón” porque habían dado todas las “rutas” que “el presidente” les había dado como parte del “trato”.

La cuarta llamada es la GX 406 que se realizó el 18 de noviembre de 2015, Mendoza, Anwar y otros tuvieron una llamada en la que discutieron, en suma y sustancia, una ruta particular que podrían usar para enviar dinero y otros artículos en camiones a través de la frontera y afirmó que “El Tigre” Bonilla anteriormente había dejado cruzar la frontera “contrabando” por cinco mil dólares.

“Cada una de las partes de las llamadas resumidas anteriormente es altamente probatoria y su valor probatorio supera con creces cualquier potencial de perjuicio injusto que pueda resultar de su admisión. El acusado está acusado de participar en una conspiración internacional de drogas a gran escala que involucró a los niveles más altos del gobierno hondureño y funcionarios encargados de hacer cumplir la ley que conspiraron con narcotraficantes para enviar drogas a los Estados Unidos”, aseguró la Fiscalía.

Ratificó, además, que “la MS-13 trabajó con miembros de la conspiración acusada, incluido Bonilla y miembros de los Cachiros y Valle, para traficar drogas. Los participantes en estas cuatro llamadas, que incluyen a Mendoza, Campbell y Anwar, son, por lo tanto, co-conspiradores del acusado, lo que satisface el requisito de que las declaraciones sean hechas por un miembro de la conspiración". El juicio está programado para este 12 de febrero en la sala 11 D de la Corte Federal del Distrito Sur de Nueva York.

El expresidente Hernández Alvarado figura en una conspiración de tráfico de drogas de la que se declaró inocente a inicios de 2022.

Fernando Maldonado

Periodista

Periodista con 14 años de experiencia, ocho de ellos en EL HERALDO, especializado en temas de seguridad, narcotráfico y lucha contra la corrupción. Desde 2022, editor de Prensa General. Es especialista en periodismo judicial.

Notas Relacionadas