Usado durante años como el más rápido medio de transporte para alcanzar la frontera, “La Bestia” no tenía operativos contra los migrantes desde que el gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto lanzó varias acciones.
Pese al peligro que representa, el tren semanas atrás había sido retomado por los migrantes que viajan en caravana sobre todo tras recientes redadas contra los grupos que dejó al menos 500 detenidos.
Los migrantes, que siempre intentan esquivar a las autoridades para avanzar hacia la frontera con Estados Unidos, no pudieron evitar una revisión de agentes de migración cuando el tren pasó por la localidad de Tolosita, Oaxaca, informó el Instituto Nacional de Migración en un comunicado.
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Los agentes bajaron a los migrantes que viajaba encima del tren “entre ellos niños, niñas y adolescentes”. No se determinó sus nacionalidades, pero se presume que son originarios de Guatemala, El Salvador y Honduras.
Tras ser retenidos fueron trasladados a un centro de detención migratorio para, previsiblemente, retornarlos después a sus respectivos países de origen.
López Obrador insiste en que su política migratoria tiene como base el respeto a los derechos humanos y la cooperación para el desarrollo de los países donde se origina la migración, pero en las últimas semanas se ha ralentizado el proceso de concesión de visas en México, al tiempo que se incrementaron las acciones para que los grupos más grandes no avancen hacia el norte.
De hecho, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, adelantó a finales de marzo que se desplegaría una especie de cinturón de contención en Oaxaca.
Las últimas acciones de las autoridades migratorias mexicanas parecen obedecer a las presiones de Estados Unidos que busca desalentar la partida de migrantes en caravanas tanto desde Honduras como desde El Salvador, la nueva forma de migrar de forma visible.