SALTILLO, MÉXICO.-Un
menor hondureño identificado únicamente como Fernando, quien migró rumbo a Estados Unidos hace unos meses, busca ser adoptado por
Estela Siller Ovalle, una mexicana que lo conoció en Saltillo, Coahuila, al norte de México.
El menor compatriota, de 15 años, es protagonista de una historia de dolor pues desde muy pequeño perdió a sus padres y fue criado por su abuela.
Fernando llegó a México como menor migrante no acompañado, le dieron una visa humanitaria y actualmente está tramitando su CURP (Clave Única de Registro de Población), sin embargo su situación es como la de miles de migrantes: a la deriva.
Fernando, de quien se desconoce de que municipio de Honduras es oriundo, 'viene de un lugar de mucha pobreza, donde hay mucha violencia donde los jovencitos desde muy pequeños ya fuman, ya consumen alcohol, los mandan al campo a trabajar”, detalló la mexicana.
Estela Siller Ovalle y su esposo consideran que Fernando es bueno y educado, además de que está de acuerdo con ser adoptado por ellos, pero la burocracia de autoridades migratorias han hecho que ahora tengan miedo de que el menor hondureño sea deportado.
Los migrantes son gente muy trabajadora, como Fernando 'tienen mucha hambre de amor, de cariño', agregó la mexicana.
Ahora el futuro del compatriota está en manos de la burocracia de las autoridades migratorias de México.
El menor compatriota, de 15 años, es protagonista de una historia de dolor pues desde muy pequeño perdió a sus padres y fue criado por su abuela.
Fernando llegó a México como menor migrante no acompañado, le dieron una visa humanitaria y actualmente está tramitando su CURP (Clave Única de Registro de Población), sin embargo su situación es como la de miles de migrantes: a la deriva.
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De acuerdo a Excélsior, la mexicana busca adoptarlo porque quiere darle educación “él tiene hambre de aprender” y tuvo que dejar la escuela desde muy pequeño, por lo que su esposo y ella quieren “ofrecerle otro tipo de vida”.
Detalló que el menor hondureño “tiene miedo y no quiere pasar encerrado hasta que sea mayor de edad”.
Burocracia de autoridades migratorias son obstáculo
Fernando, de quien se desconoce de que municipio de Honduras es oriundo, 'viene de un lugar de mucha pobreza, donde hay mucha violencia donde los jovencitos desde muy pequeños ya fuman, ya consumen alcohol, los mandan al campo a trabajar”, detalló la mexicana.
Estela Siller Ovalle y su esposo consideran que Fernando es bueno y educado, además de que está de acuerdo con ser adoptado por ellos, pero la burocracia de autoridades migratorias han hecho que ahora tengan miedo de que el menor hondureño sea deportado.
Los migrantes son gente muy trabajadora, como Fernando 'tienen mucha hambre de amor, de cariño', agregó la mexicana.
Ahora el futuro del compatriota está en manos de la burocracia de las autoridades migratorias de México.