Con apenas 34 años de edad, hoy este joven catracho, originario de Tegucigalpa, es el gerente propietario de una empresa dedicada al envío de dinero a nivel mundial, con Latinoamérica como su foco principal.
Ya desde Honduras sumó experiencia como emprendedor con una microempresa de taxis, en sociedad con su amigo Luis Armando Betancour y su hermana Wendy Gutiérrez. Adicionalmente, laboraba como supervisor temporal de grupos de trabajo en el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
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Junto a estas actividades económicas también le hacía a las ventas con un pequeño puesto ambulante de cargadores de celulares y accesorios de carro.
'Nunca hubiese querido salir de mi país, lo amo como a nadie, pero después de 2009 las cosas en Honduras se pusieron muy mal. Los taxis trabajaban poco, las deudas había que pagarlas y ahí surgió la necesidad de migrar', asegura.
Empezamos esta aventura con todas |
Fue su hermana Wendy la primera en llegar a España a inicios de 2010, luego -al año siguiente- él y su primo Fredy Sosa también migraron para reunirse con sus respectivas esposas que ya estaban en Barcelona.
Dando tumbos por España
Para Gerson y sus socio-familiares no fue nada fácil abrirse camino. 'Todo lo que se trabaja en Honduras y los estudios que uno tiene, aquí no sirven de nada', asegura el joven empresario que -aunque no la completó- cursó la carrera de Gerencia de Negocios en una universidad hondureña.Al llegar a España trabajó repartiendo publicidad de buzón en buzón, labor que realizaba durante 13 horas diarias y que dejó cuando la policía lo agarró por no tener papeles.
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Esta dificultad lo orilló, junto a su primo Fredy, a empezar a recoger chatarra (hierro, cobre y aluminio) en las calles, pero esto tampoco les duraría mucho.
Fue en un tercer empleo -ofreciendo servicios de volanteo en los metros- que se interesó por el negocio de envío de dinero.
'Trabajé todos los días -durante un año- bajo el sol, la lluvia, el frío del invierno de Barcelona, en los diferentes metros, hasta que un día le pedí al jefe la oportunidad de ser cajero en una de las agencias, pues tenía los estudios y las ganas de superarme', comenta a EL HERALDO.
'En un año le demostré que no se equivocó al darme la oportunidad', celebra.
Cómo surge G&S Envíos
Sus esfuerzos pronto dieron fruto. Al cabo de un año convirtió la agencia a su cargo en una de las más exitosas (pese a ser la más nueva).Un día llegó una oportunidad que no podían dejar escapar. Su jefe puso a la venta la agencia y él -que junto a su familia habían ahorrado lo más que pudieron- decidieron comprarla.
Lo que más extraña:
Nunca hubiese querido
salir de mi país, lo amo como a nadie. Extraño a mi familia, también a San Lorenzo, la ciudad de los curiles.
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'Lo arriesgamos todo, con mi esposa Gimena Agurcia, mi primo Fredy Sosa y su esposa Angi Rivera, y mi hermana Wendy reunimos el dinero que teníamos', revela con emoción.
Agrega 'nos encomendamos a Dios y nos arriesgamos, pues como dicen: pusimos todos los huevos en la misma cesta'.
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Así crearon la empresa G&S Envíos, con siete agencias y muchas dificultades pues solo Wendy tenía permanencia legal.
'Empezamos esta aventura con todas las energías del mundo, trabajando y dedicando día y noche, ahora tenemos 13 agencias en Barcelona y alrededores, somos 28 personas actualmente y siempre con muchas ganas de crecer', confiesa el hondureño.
La empresa trabaja como intermediaria con empresas de renombre como Ria, Wester Unión, Money Gram, I-Transfer y ya cuenta con una licencia propia con el Banco de España para la compra y venta de divisas.
Hoy por hoy este emprendedor catracho y sus socios -también hondureños- sueñan con expandirse a otras ciudades de Girona y Madrid y consolidarse con sus nuevas agencias.