TEXAS, ESTADOS UNIDOS.- Un migrante hondureño, quien reside en Port Arthur, una ciudad ubicada al este de
Houston, Texas, Estados Unidos, se declaró culpable de contratar a un sicario para que asesinara a su suegra y cuñado en la aldea Las Lomitas, en El Paraíso, oriente de Honduras.
De acuerdo con las informaciones, Santos Orellana Hernández, estaba en proceso de divorcio con su esposa Edith Argueta Vásquez, con quien vivía en EE UU.
Debido a los acontecimientos, Orellana Hernández amenazó a su pareja en hacerla 'llorar lágrimas de sangre', por lo que se comunicó con un sicario para que matara a su suegra y hermano.
De acuerdo con las informaciones, Santos Orellana Hernández, estaba en proceso de divorcio con su esposa Edith Argueta Vásquez, con quien vivía en EE UU.
Debido a los acontecimientos, Orellana Hernández amenazó a su pareja en hacerla 'llorar lágrimas de sangre', por lo que se comunicó con un sicario para que matara a su suegra y hermano.
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En consecuencia, el hondureño le ofreció ocho mil dólares al sicario para cometer el doble crimen a partir del 21 de abril de 2020, fecha en la que el divorcio sería definitivo.
Las autoridades revelaron que Hernández le dio instrucciones precisas al sicario identificado como Gustavo Ramírez, para que le mandara fotos de los cadáveres de los parientes de su esposa.
Sin embargo, las intenciones del migrante no salieron como esperaba y fue descubierto y acusado formalmente por un jurado federal el 20 de mayo de 2020 y puesto bajo custodia.
Además, a principios de junio, mientras estaba encarcelado, Orellana Hernández conspiró con otra persona para intimidar a su exesposa en un intento de hacerla retirar la acusación de asesinato a sueldo, pero su nuevo plan también se vino abajo y la justicia le agregó los cargos de manipulación de testigos.
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El fiscal federal interino Nicholas J. Ganjei, aplaudió a la seguridad pública en el Distrito Este de Texas y dijo que 'se ve reforzada por las excelentes asociaciones que tenemos entre las fuerzas del orden público locales y federales. En este caso, tan pronto como el Departamento de Policía de Port Arthur se enteró del complot del acusado para matar a los familiares en Honduras, se coordinó con el FBI, que actuó rápidamente para evitar cualquier derramamiento de sangre”.
“También felicito el tremendo trabajo del equipo de investigación y fiscalía, que voló a Honduras para entrevistar a testigos y preparar el caso penal contra el señor Orellana Hernández. Gracias al excelente trabajo de las fuerzas del orden en este asunto, se salvaron vidas ', puntualizó.
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