DOHA, QATAR.-La Argentina de Lionel Scaloni se llevó la gloria del Mundial de Catar este domingo tras ganar a Francia (2-2, 3-3 en la prórroga y 4-2 en penales), título que el técnico le brindó “sobre todo a la gente”.
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“Creo que todavía no nos damos cuenta pero es un momento para disfrutar, sobre todo la gente. Nosotros, que vivimos de esto, que hemos estado en las malas y en las buenas, estamos acostumbrados a que nos pasen estas cosas, a que nos golpeen”, analizaba Lionel Scaloni, en declaraciones a los medios oficiales del Mundial de Catar, nada más proclamarse campeón del mundo con la Albiceleste.
“Hoy pasó eso, ellos reaccionaron y es todo mérito de ellos. Y, sobre todo, es un disfrute increíble haber estado en la cima, como estamos, es algo único”, piropeaba el entrenador argentino a su rival, Francia, que siempre reaccionó a las ventajas de Argentina.
“Yo sé que uno siempre dice la familia, pero en mi caso, si mi papá está viendo, que espero que sí, y mi mamá, ellos me han dado una manera de entender, de nunca bajar los brazos, y de no ir en contra de nadie, sino darle para adelante siempre. Hoy dio los frutos”, agradeció, muy emocionado, Scaloni, acordándose de sus padres.
Además, apuntó que “lo importante es que cuando no se da, que la gente pueda entender que un entrenador siempre quiere hacer las cosa bien. Yo tuve la suerte de que estoy acá y se lo agradezco a todos”.
Argentina, campeón del mundo
Lionel Messi ahora se sienta en la mesa de los campeones del mundo junto a Pelé y Diego Maradona: el ‘10’ guió a Argentina a la sufrida conquista de su tercer título mundial este domingo en Doha, donde derrotaron en penales (4-2, tras empate 3-3) a la campeona defensora Francia.
A los 35 años, el astro argentino puede despedirse tranquilo de sus periplos por los mundiales (participó en los últimos cinco): anotó el primero, de penal (23), y el tercero (en la prórroga, 109) en el atestado estadio de Lusail y participó en el segundo, de Ángel Di María (36).
Aunque la corona rompe con una sequía albiceleste de 36 años sin alzar la Copa del Mundo, antes lo hicieron con Mario Kempes en 1978 y Diego Maradona en 1986, la conquista tiene de protagonista especial a un tipo que vio cómo Alemania se la arrebataba de las narices en Brasil-2014.
Con Di María y Messi como únicos sobrevivientes de la debacle en el Maracaná, el grupo que formó Lionel Scaloni supo cerrar filas en torno al que miles consideran el mejor jugador de la historia, un título resistido para muchos justamente porque no tenía en sus manos lo que alzó este domingo ante 88.966 espectadores.
Y lo hizo ante la Francia de uno de sus potenciales herederos y compañero de equipo en el PSG, Kylian Mbappé, que llevó el partido a los penales al anotar un triplete (80, 81 y 118, dos de ellos de penal) y terminar como goleador del torneo, con ocho dianas.