Esposados de pies y manos, vestidos con camisetas, calzonetas blancas y con sandalias de hule son trasladados los cabecillas de las pandillas a la cárcel de máxima seguridad de El Salvador, “Zacatraz”.
Con una llave de entrenamiento policial y casi a la fuerza los pandilleros son hincados en el suelo del recinto carcelario, donde pasarán la mayor parte de su vida, sin ningún privilegio tal y como estaban acostumbrados en otras penitenciarias.
“Van a descubrir por hechos propios, que la apuesta a neutralizar la acción del Estados en contra del crimen, por la vida de asesinar miembros de la Policía y de las Fuerzas Armadas, es la peor decisión que han tomado”, dijo Howard Cotto Castaneda, Director de la Policía Nacional Civil de El Salvador.
La lucha frontal contra la criminalidad del vecino país centroamericano se ha convertido en una guerra entre mareros y policías, acción que ha dejado varios muertos de ambos lados.
Video: Policías obligan a pandilleros a decir quién manda en El Salvador
Las acciones tomadas en El Salvador contra los pandilleros, son más fuertes en comparación de los otros países que conforman el Triángulo Norte como Honduras y Guatemala.