Guanajuato, México
México vive un violento fin de semana con 18 homicidios en el céntrico estado de Guanajuato, incluidos tres policías que habían sido secuestrados, y otros 14 en Chihuahua (norte), en un momento en que el país registra un récord de asesinatos.
El viernes, tres policías de la ciudad de Salamanca fueron secuestrados por ' hombres armados y encapuchados' cuando realizaban patrullajes en la comunidad de Valtierrilla, informó Rocío Mayo, de la fiscalía de Guanajuato.
Y tras un operativo infructuoso para localizar a los uniformados, la madrugada del sábado y en un camino rural del municipio Jaral del Progreso, 'fueron encontrados tres cuerpos del sexo masculino sin vida, esposados y presentan lesiones por arma de fuego', añadió.
'De acuerdo a las características físicas, corresponden a los policías', dijo Mayo.
A principios de agosto, el director de policía de la ciudad de Celaya, J. Santos Juárez, fue asesinado junto con su escolta.
Guanajuato es disputado por los cárteles Jalisco Nueva Generación, el poderoso Sinaloa y Los Zetas, aunque normalmente registra menores índices de violencia que otros estados como Guerrero, Tamaulipas o Chihuahua.
Pero este fin de semana, otras 15 personas fueron asesinadas en varios municipios de Guanajuato, además de los tres policías.
Seis de ellos en Yuriria, de los cuales cuatro corresponden a personas que se encontraban reunidas en una misma casa en el momento de la agresión.
Otro hombre fue hallado en un terreno de Jerécuaro y otro más fue asesinado en una carretera de Apaseo el Alto. Además, tres personas murieron en el ataque a un restaurante para camioneros en Irapuato.
Los demás crímenes ocurrieron en León y Cortázar.
México arrastra dos meses con récord de asesinatos en medio de una impunidad generalizada ante el brote de violentas células criminales desprendidas de grandes cárteles, que han pasado del tráfico de drogas a un auténtico control territorial.
Según el ministerio de Gobernación (Interior), en mayo hubo 2.191 asesinatos, récord desde 1997, cuando inició el registro, pero en junio ese número se batió con 2.234.
Con las manos atadas
Este mismo sábado, pero en Chihuahua, 14 personas fueron asesinadas. La mitad de estos crímenes ocurrió en Chihuahua capital: cuatro de ellos fueron abandonados en plena calle y otros tres desmembrados.
La fiscalía local informó a la AFP sobre 'los cuerpos de cuatro hombres que fueron dejados sin vida, con la cabeza dentro de bolsas de plástico y con las manos y pies atados' en plena calle de un fraccionamiento habitacional, en el norte de la ciudad, rumbo a la carretera que conecta con Ciudad Juárez, fronteriza con Estados Unidos.
Además, la policía encontró los restos descuartizados de tres personas que fueron tirados en otra calle dentro de bolsas plásticas.
Este tipo de crímenes se volvió común en Chihuahua de 2008 a 2014, la época más violenta de la guerra entre los cárteles de Juárez y Sinaloa.
Más de 177.000 personas han sido asesinadas y unas 30.000 están desaparecidas en México desde que el gobierno federal lanzó un operativo militar antidrogas en 2006, según cifras oficiales que no especifican cuántos casos estarían relacionados con el crimen organizado.
México vive un violento fin de semana con 18 homicidios en el céntrico estado de Guanajuato, incluidos tres policías que habían sido secuestrados, y otros 14 en Chihuahua (norte), en un momento en que el país registra un récord de asesinatos.
El viernes, tres policías de la ciudad de Salamanca fueron secuestrados por ' hombres armados y encapuchados' cuando realizaban patrullajes en la comunidad de Valtierrilla, informó Rocío Mayo, de la fiscalía de Guanajuato.
Y tras un operativo infructuoso para localizar a los uniformados, la madrugada del sábado y en un camino rural del municipio Jaral del Progreso, 'fueron encontrados tres cuerpos del sexo masculino sin vida, esposados y presentan lesiones por arma de fuego', añadió.
'De acuerdo a las características físicas, corresponden a los policías', dijo Mayo.
A principios de agosto, el director de policía de la ciudad de Celaya, J. Santos Juárez, fue asesinado junto con su escolta.
Guanajuato es disputado por los cárteles Jalisco Nueva Generación, el poderoso Sinaloa y Los Zetas, aunque normalmente registra menores índices de violencia que otros estados como Guerrero, Tamaulipas o Chihuahua.
Pero este fin de semana, otras 15 personas fueron asesinadas en varios municipios de Guanajuato, además de los tres policías.
Seis de ellos en Yuriria, de los cuales cuatro corresponden a personas que se encontraban reunidas en una misma casa en el momento de la agresión.
Otro hombre fue hallado en un terreno de Jerécuaro y otro más fue asesinado en una carretera de Apaseo el Alto. Además, tres personas murieron en el ataque a un restaurante para camioneros en Irapuato.
Los demás crímenes ocurrieron en León y Cortázar.
México arrastra dos meses con récord de asesinatos en medio de una impunidad generalizada ante el brote de violentas células criminales desprendidas de grandes cárteles, que han pasado del tráfico de drogas a un auténtico control territorial.
Según el ministerio de Gobernación (Interior), en mayo hubo 2.191 asesinatos, récord desde 1997, cuando inició el registro, pero en junio ese número se batió con 2.234.
Con las manos atadas
Este mismo sábado, pero en Chihuahua, 14 personas fueron asesinadas. La mitad de estos crímenes ocurrió en Chihuahua capital: cuatro de ellos fueron abandonados en plena calle y otros tres desmembrados.
La fiscalía local informó a la AFP sobre 'los cuerpos de cuatro hombres que fueron dejados sin vida, con la cabeza dentro de bolsas de plástico y con las manos y pies atados' en plena calle de un fraccionamiento habitacional, en el norte de la ciudad, rumbo a la carretera que conecta con Ciudad Juárez, fronteriza con Estados Unidos.
Además, la policía encontró los restos descuartizados de tres personas que fueron tirados en otra calle dentro de bolsas plásticas.
Este tipo de crímenes se volvió común en Chihuahua de 2008 a 2014, la época más violenta de la guerra entre los cárteles de Juárez y Sinaloa.
Más de 177.000 personas han sido asesinadas y unas 30.000 están desaparecidas en México desde que el gobierno federal lanzó un operativo militar antidrogas en 2006, según cifras oficiales que no especifican cuántos casos estarían relacionados con el crimen organizado.