WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS.- Dispuesto a todo para defender la construcción del muro, el presidente estadounidense
Donald Trump usó este viernes por primera vez el veto presidencial, para desbloquear una resolución del Congreso y acceder a los fondos para cumplir con su promesa de campaña.
Un veto presidencial frena una resolución del Congreso de Estados Unidos. En este caso, los congresistas habían anulado una determinación de Trump -declarar emergencia nacional para financiar la barrera- y el veto tumba esa decisión, dejando en pie la iniciativa original.
No obstante, el veto es temporal, ya que vuelve al Congreso en ambas cámaras a una nueva votación. Ante el veto presidencial, se tienen que lograr los dos tercios de votos para bloquear de forma definitiva la propuesta de Trump, si no alcanza ese apoyo necesario, avanzaría la determinación del presidente.
En la Cámara de Representantes o Cámara Baja dos tercios equivale a lograr 290 votos para superar el veto, pero solo hay 235 demócratas, o sea que 55 republicanos tienen que darle un revés político al presidente.
Mientras que en el Senado o la Cámara Alta, dos tercios se traducen en 67 votos. En la primera votación 59 senadores rechazaron la iniciativa, 12 de esos fueron del Partido Republicano.
Con el veto se necesitaría que 20 senadores republicanos votaran en la misma línea de los demócratas para anular la declaración de emergencia en la frontera, es decir, ocho más.
En ambos casos se visualiza imposible superar el veto, aunque los republicanos que le dieron la espalda a Trump consideran que declarar como emergencia nacional una promesa política puede sentar un precedente oscuro en la administración pública.
Por su parte, el gabinete del magnate justifica su polémica resolución en que hay una supuesta invasión en la frontera.
Desafío
'El Congreso tiene la libertad de pasar esta resolución y yo tengo el deber de vetarla', declaró Trump desde el Despacho Oval, después de que el Senado, donde su propio partido es mayoría, votara en su contra.
Trump se declaró 'orgulloso' del veto, que exhibió tras firmarlo.
'Las masivas incursiones de inmigrantes ilegales (...) tienen que terminar', dijo. 'La gente odia la palabra invasión, pero eso es lo que es', continuó el presidente para justificar su acción.
La lucha por el financiamiento por el muro se ha extendido durante meses y en un primer intento por obtener los fondos, Trump mantuvo al gobierno en parálisis presupuestaria durante más de un mes, marcando la mayor crisis de financiamiento de la historia de Estados Unidos.
Los opositores acusan a Trump de abuso de autoridad y de exagerar el problema de la frontera por lo que probablemente la batalla por la declaración de emergencia nacional seguirá en los tribunales.
La líder de la mayoría demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, prometió una votación el 26 de marzo para derogar el veto.
'La Cámara y el Senado rechazaron rotundamente esta atribución del poder ilegal por parte del presidente y sin embargo, él eligió seguir desafiando la Constitución, al Congreso y a la voluntad del pueblo estadounidense', dijo Pelosi en un comunicado, en el que llamó a los republicanos a elegir entre la hipocresía partidista y su juramento hacia la Constitución.
Para asegurar que los fondos para el 'magnífico muro' que prometió en cada uno de sus mitines al son de la consigna 'Make America Great Again' (Hagamos a Estados Unidos grande de nuevo) fueran desbloqueados, Trump defendió en vano la constitucionalidad de su decisión de recurrir a esta medida de excepción.
El debate no es teórico ya que muchos estiman que en este caso traspasó los poderes del Congreso y por ello algunos republicanos votaron con la oposición.