En tanto, el enfoque cambió de los detalles sobre los cargos a si es momento de simplemente absolver al mandatario y concluir el proceso.
La votación sobre la admisión de testigos, programada para el viernes, podría conducir a un abrupto final del juicio con la absolución prevista. O, menos probable, podría derivar en días, o semanas, de argumentos adicionales mientras los demócratas presionan para escuchar el testimonio del exasesor de seguridad nacional John Bolton y de otros funcionarios.
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El testimonio del jueves incluyó crecientes exhortaciones a los senadores-jurados que decidirán el destino de Trump, ya sea para ponerle un alto a un mandatario que, dicen los demócratas, ha intentado hacer trampa en las próximas elecciones y lo intentará de nuevo, o para poner fin a los procedimientos de juicio político que, según insisten los republicanos, nunca fueron más que un ataque partidista.
“Démosle al país un juicio del que estén orgullosos”, dijo el representante Adam Schiff, fiscal principal de la Cámara de Representantes. Los estadounidenses, dijo, saben lo que se requiere para un juicio justo. Ofreció sólo una semana adicional de declaraciones de los nuevos testigos, lo que generó nuevas discusiones.
El abogado de Trump Eric Herschmann declaró que los demócratas enjuiciaron al presidente sólo porque no pueden vencerlo en las elecciones de 2020.
“Confiamos en que el pueblo estadounidense decida quién debe ser nuestro presidente”, dijo Herschmann. “Ya es suficiente. Basta con todo esto”.
El líder de la mayoría en el Senado Mitch McConnell trabajaba para mantener la votación del viernes conforme a lo programado, incluso mientras el juicio está sacando a la luz nueva evidencia procedente del nuevo libro de Bolton y causando alarma entre los demócratas y algunos republicanos sobre una polémica defensa de uno de los abogados de Trump.
En un tuit publicado el día posterior, el abogado de Trump Alan Deshowitz se quejó de la percepción que generó su testimonio del miércoles, cuando dijo que un presidente es en esencia inmune al juicio político si cree que sus actos fueron “por el bien del país”.
Ese concepto generó frustraciones entre algunos en la Casa Blanca, quienes sintieron que la declaración de Dershowitz era innecesaria e incendiaria, irritando a senadores con una afirmación polémica de que el ejecutivo tiene vastos poderes. Pero esos funcionarios dejaron que fuera Dershowitz el que se retractara, conscientes de que el presidente no aprobaría si la Casa Blanca se retractaba públicamente.
“No dije nada de eso”, tuiteó el jueves el profesor jubilado.
Sus palabras del miércoles fueron: “Todo funcionario público que conozco cree que ha sido elegido por el bien público. Y si un presidente hace algo que cree que lo ayudará a ser elegido y que es por el bien público, eso no puede ser el tipo de quid pro quo que resulte en un juicio político”.
Cuestionado al respecto en una de las primeras preguntas del jueves, el demócrata Schiff respondió: “¿Acaso no hemos aprendido nada en el último medio siglo?”
Schiff se basó en las lecciones que dejó la era de Richard Nixon para advertir sobre la “normalización de la ilegalidad” en la presidencia de Trump.
“Ese argumento, de que si el presidente lo dice entonces no puede ser ilegal, fracasó cuando Richard Nixon fue obligado a renunciar”, dijo Schiff a los senadores. “Pero ese argumento podría tener éxito aquí, en esta ocasión”.
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