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Nuevos datos de la muerte de la princesa Diana

Según medios británicos, las nuevas informaciones señalaban la implicación de las Fuerzas Especiales británicas en la muerte de la ex esposa de Carlos de Inglaterra.

17.12.2013

La policía británica indicó el lunes que concluyó el examen de nuevos datos sobre la muerte en 1997 de la princesa Diana de Gales, que serán revelados el martes, aunque medios de comunicación afirman que no se encontraron 'evidencias creíbles' que confirmen la tesis del asesinato.

'Scotland Yard recibió el 16 de agosto de 2013 elementos sobre la muerte de la princesa Diana y Dodi Al Fayed', indicó la policía británica el lunes en un comunicado.

A mediados de agosto, la policía británica indicó simplemente que estaba 'examinando datos recientemente comunicados', pero no dio detalles sobre la índole de estos últimos.

Según medios británicos, las nuevas informaciones señalaban la implicación de las Fuerzas Especiales británicas (SAS) en la muerte de la ex esposa de Carlos de Inglaterra y madre de los príncipes Guillermo y Enrique.

'La policía analizó estos datos para evaluar su pertinencia y credibilidad. Este análisis ha concluido. El comisario adjunto Mark Rowley escribió a todas las partes y les entregó un informe', añadió el lunes Scotland Yard, sin revelar sus conclusiones.

Según el canal de noticias Sky News, que afirma tener en su posesión uno de los informes que la policía transmitió a las partes interesadas, la policía concluye que 'no hay ninguna prueba creíble' de que un soldado del SAS haya asesinado a la princesa Diana.

Scotland Yard 'no hará ninguna declaración antes del martes 17 de diciembre' para que las partes interesadas en el caso puedan estudiar el informe, añadió el comunicado de la policía.

La princesa Diana, Dodi Al-Fayed y su chofer Henri Paul murieron el 31 de agosto 1997 en un accidente automovilístico en París. El guardaespaldas de la pareja, Trevor Rees-Jones, fue el único sobreviviente del accidente.

Las investigaciones realizadas por la policía francesa y británica habían concluido que el accidente fue causado por el estado de ebriedad del chofer, quien además manejaba a alta velocidad para escapar de los paparazzi.