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Agotada primera edición de Charlie Hebdo tras atentado

Ejemplares del semanario son propuestos en internet hasta por 900 euros, cuando su precio normal es tres.

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14.01.2015

París, Francia

'Deberían haber previsto más cantidad, no damos abasto', comenta este miércoles un quiosquero parisino que no sale de su asombro al ver su negocio tomado por asalto desde la madrugada por clientes que le reclaman la edición histórica de Charlie Hebdo realizada por los sobreviviente del atentado.

En toda Francia se repite la misma escena: vendedores de diarios desbordados por la demanda, ante clientes decepcionados por no haber podido comprar el semanario.

En algunos casos, se llega a las manos para obtener este número excepcional, con Mahoma llorando en primera plana. Extraña revancha para un semanario cuyas ventas bajaban y cuyo fin proclamaron los autores del atentado proclamaron el fin al gritar 'Hemos matado a Charlie Hebdo'.

'No había visto algo así en toda mi vida. Sesenta personas que hacían cola antes ya de que abramos, a las seis de la mañana. Y no eran clientes habituales', cuenta Marie-Claire, gerente de un quiosco de la estación ferroviaria parisina de Saint-Lazare.

'Tenía un centenar de ejemplares, se vendieron todos en un cuarto de hora', afirma igualmente Majida Danadi, propietario de un quiosco situado a un centenar de metros de la sede de Charlie Hebdo, donde se produjo el ataque que dejó doce muertos la semana pasada. 'La gente lo compra para apoyar a la revista, piensan también que será un número de colección'.

Para responder a esa demanda masiva, el editor decidió este miércoles aumentar el tiraje, ya excepcional, de tres a cinco millones de ejemplares. La venta, prevista también en varios países extranjeros, se mantendrá en Francia durante ocho semanas.

Convertido en símbolo de la libertad de expresión, Charlie Hebdo es reclamado por todos lados, incluso en los barrios en los que antes no encontraba compradores.

El 'Georges V', hotel de gran lujo situado a un paso de los Campos Elíseos, manifestaba a las ocho de la mañana su preocupación porque no había recibido el pedido que hizo de cincuenta ejemplares.

'Habitualmente no lo vendo, así que no me lo entregan más', se quejaba un comerciante del elegante distrito XVI.

Como muchos de sus colegas franceses, debió poner en la puerta un cartel anunciando: 'No hay más Charlie'.

El regreso de Cromañón

'¿Puedo reservar un ejemplar?', preguntaba ingenuamente un cliente de un quiosco cercano al supermercado kósher en el que tuvo lugar la toma de rehenes y cuatro judíos fueron asesinados el viernes pasado.

'No hago reservaciones. Hay que venir temprano', responde el vendedor.

Exasperada, una vendedora de Burdeos (suroeste) responde a los clientes solamente señalando con el dedo un cartel improvisado en la vitrina: 'No tenemos Charlie Hebdo ni tenemos ninguna información'.

Ante la situación, algunas personas que lograron comprar el número muestran su foto en las redes sociales con el semanario en las manos.

'¡Lo tengo!!! después de siete librerías', exclama una de ellas.

Escena digna de un primer día se rebajas, en un pequeño supermercado de un barrio popular de París, los más ágiles de los clientes que esperan penetran por debajo de la puerta metálica mientras se abre y se precipitan hacia el sector de venta de periódicos.

El vendedor queda desbordado inmediatamente. '¿No les da vergüenza? Esto es la vuelta de Cromañón', dice. Entre invectivas, algunos les arrancan de las manos el ejemplar de Charlie a los que están al lado. Se llega hasta los puñetazos.

'¡Lo logré!', dice con orgullo Anne-Marie, de 78 años, mostrando un ejemplar arrugado. 'Lo compré porque hay que apoyar la libertad de expresión', agrega.

También hubo peleas en Burdeos. 'Se pelearon por adelantarse en la cola', cuenta un quiosquero.

Hay quienes compran el semanario pese a que desaprueban su portada. 'Soy musulmán practicante y creo que tiene que haber límites' a la libertad de expresión, dice Farez, mientras cubre con la mano la caricatura de Mahoma. 'Pero lo compré', agrega.

Ejemplares de Charlie Hebdo son propuestos ya en internet a precios estratosféricos; hasta cerca de 900 euros, cuando su precio normal es tres euros.