WASHINGTON, Estados Unidos
La Policía detuvo a un hombre blanco de 46 años en relación con el asesinato dos policías a primeras horas de este miércoles en el estado de Iowa, al norte de Estados Unidos, informaron las autoridades.
Scott Michael Greene, quien reside en Urbandale, un suburbio de Des Moines, capital del estado de Iowa, fue arrestado menos de dos horas después de que se iniciara su búsqueda. La Policía había advertido que el sospechoso estaba armado y era peligroso.
'No parece que haya habido ninguna interacción entre estos oficiales y el cobarde que les disparó estando sentados en sus coches', dijo el sargento Paul Parizek, de la Policía de Des Moines, en una rueda de prensa.
'Todo indica que fueron víctimas de emboscadas' diferentes, agregó.
'Pensamos que tiene información que es muy importante para nosotros en este caso', dijo Parizek sobre Greene.
'No podemos dar grandes detalles en este momento. Pero es alguien con quien queremos hablar', matizó el funcionario policial.
'A menudo en este tipo de investigaciones no se descubre el móvil antes de haber concluido. Hay un momento (al principio de la investigación) en el que no se comprenden las motivaciones', agregó Parizek.
El primer agente fue encontrado muerto a las 01H00 (06H00 GMT) en Urbandale.
El cuerpo del segundo policía, que había respondido a una llamada de emergencia por disparos, fue descubierto entre 20 y 30 minutos después en la ciudad y falleció tras haber sido trasladado a un hospital, según fuentes médicas.
'Cuando esta violencia fría y deliberada se dirige contra quienes arriesgan su vida para hacer respetar la ley y protegernos, resulta especialmente intolerable', señaló la secretaria de Justicia, Loretta Lynch.
'Sé que atravesamos una época de tensiones particulares y de desconfianza entre las fuerzas del orden y numerosas comunidades (...). Muchos estarán tentados de ver un mensaje o una motivación en estos ataques, pero quiero ser clara: no hay ningún mensaje en un asesinato', agregó.
A raíz de estos homicidios, las autoridades locales ordenaron que los agentes patrullen en grupos de dos, precisó Parizek. 'Actualmente hay un claro peligro para los oficiales', dijo el sargento al justificar la decisión.
Varios policías perdieron la vida en los últimos meses en Estados Unidos.
En julio, cinco agentes fueron asesinados en Dallas (Texas, sur) y otros tres perecieron en Baton Rouge (Luisiana, sur). Ambos casos fueron venganzas por las muertes de ciudadanos afroestadounidenses en operativos policiales.
En Des Moines no fallecía ningún agente en servicio desde 1977.
La Policía detuvo a un hombre blanco de 46 años en relación con el asesinato dos policías a primeras horas de este miércoles en el estado de Iowa, al norte de Estados Unidos, informaron las autoridades.
Scott Michael Greene, quien reside en Urbandale, un suburbio de Des Moines, capital del estado de Iowa, fue arrestado menos de dos horas después de que se iniciara su búsqueda. La Policía había advertido que el sospechoso estaba armado y era peligroso.
'No parece que haya habido ninguna interacción entre estos oficiales y el cobarde que les disparó estando sentados en sus coches', dijo el sargento Paul Parizek, de la Policía de Des Moines, en una rueda de prensa.
'Todo indica que fueron víctimas de emboscadas' diferentes, agregó.
'Pensamos que tiene información que es muy importante para nosotros en este caso', dijo Parizek sobre Greene.
'No podemos dar grandes detalles en este momento. Pero es alguien con quien queremos hablar', matizó el funcionario policial.
'A menudo en este tipo de investigaciones no se descubre el móvil antes de haber concluido. Hay un momento (al principio de la investigación) en el que no se comprenden las motivaciones', agregó Parizek.
El primer agente fue encontrado muerto a las 01H00 (06H00 GMT) en Urbandale.
El cuerpo del segundo policía, que había respondido a una llamada de emergencia por disparos, fue descubierto entre 20 y 30 minutos después en la ciudad y falleció tras haber sido trasladado a un hospital, según fuentes médicas.
'Cuando esta violencia fría y deliberada se dirige contra quienes arriesgan su vida para hacer respetar la ley y protegernos, resulta especialmente intolerable', señaló la secretaria de Justicia, Loretta Lynch.
'Sé que atravesamos una época de tensiones particulares y de desconfianza entre las fuerzas del orden y numerosas comunidades (...). Muchos estarán tentados de ver un mensaje o una motivación en estos ataques, pero quiero ser clara: no hay ningún mensaje en un asesinato', agregó.
A raíz de estos homicidios, las autoridades locales ordenaron que los agentes patrullen en grupos de dos, precisó Parizek. 'Actualmente hay un claro peligro para los oficiales', dijo el sargento al justificar la decisión.
Varios policías perdieron la vida en los últimos meses en Estados Unidos.
En julio, cinco agentes fueron asesinados en Dallas (Texas, sur) y otros tres perecieron en Baton Rouge (Luisiana, sur). Ambos casos fueron venganzas por las muertes de ciudadanos afroestadounidenses en operativos policiales.
En Des Moines no fallecía ningún agente en servicio desde 1977.