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'Autobús de la Deportación” en elecciones de Georgia

El tono y la retórica empleados se asemejan mucho al que usó Donald Trump cuando fue elegido presidente

17.05.2018

Georgia, Estados Unidos
Los candidatos republicanos a gobernador de Georgia se pelean por presentarse como el más duro con la inmigración ilegal y una campaña está usando un “Autobús de la Deportación” que ofrece para sacar del país a extranjeros indeseables. Abunda además la expresión “extranjero ilegal delincuente”.

El tono y la retórica empleados se asemejan mucho al que usó Donald Trump cuando fue elegido presidente.

Pero los aspirantes ignoran las complejidades de las leyes inmigratorias, que prohíben al gobernador poner en vigor algunas de las medidas que prometen.

El senador estatal Michael Williams, ex copresidente de la campaña de Trump en Georgia, tiene avisos con el “Autobús de la Deportación”, que según él será usado para sacar del país a extranjeros sin permiso de residencia. En la parte trasera hay un cartel en el que se informa que a bordo hay “asesinos, violadores, pedófilos, secuestradores y otros delincuentes”, a quienes les dice “síganme hasta México”.

El secretario de estado Brian Kemp se ufanó en una publicidad lanzada la semana pasada de tener un camión que puede usar “en caso de que sea necesario que yo mismo pille a los ilegales delincuentes y los lleve a su país”.

Hay cinco candidatos en las primarias republicanas del martes y es casi seguro que será necesaria una segunda vuelta. El gobernador Casey Cagle es considerado el favorito, pero se duda que logre la mayoría necesaria en la primera ronda.

No se descarta que una diferencia mínima determine quién lo acompaña a la segunda ronda y todos los candidatos se esfuerzan por captar la atención del electorado, de acuerdo con el profesor de ciencias políticas de la Universidad de Georgia Charles Bullock.

“Es como un partido de póker, en el que se sube la apuesta” constantemente, expresó, aludiendo a la fogosa retórica.

Todo esto podría ser un “efecto Trump”.
“Creo que es en parte porque el presidente Trump logró usarlos (esos recursos) exitosamente y ser elegido”, expresó la profesora de ciencias políticas de la Universidad de Emory Andra Gillespie. “Hizo que no fuese tabú hablar del muro en la frontera y que se pudiese usar una retórica incendiaria, por lo que no sorprende que algunos candidatos le sigan el paso y traten de repetir su fórmula”.

Esa fórmula podría funcionar en las primarias, que tienen un electorado más conservador, pero tal vez no en las elecciones generales de noviembre, de acuerdo con Gillespie.

“Georgia es un estado que está en pleno desarrollo económico” y que tal vez no vea con buenos ojos semejantes posturas, manifestó.

Jerry González, director ejecutivo de la rama de Georgia de la Asociación de Funcionarios Hispanos Elegidos, dijo que el lenguaje usado en la publicidad es repugnante y racista. Algunas de las principales industrias de Georgia, como la agricultura y el turismo, dependen del aporte de personas que están en el país sin permiso de residencia, acotó.

“Los políticos están usando a los inmigrantes como chivos expiatorios para captar una base electoral racista y al mismo tiempo comprometen la vitalidad económica de Georgia al proponer políticas que alejarían a los inmigrantes del estado”, dijo González.

El actual gobernador Nathan Deal ha puesto énfasis en la captación de inversiones. Su oficina afirmó que no tenía nada que decir sobre la retórica de los candidatos de su partido.

Se habla mucho de deportar a los inmigrantes sin papeles, pero eso es algo que no está en manos de las autoridades estatales. Solo el gobierno federal puede hacerlo.

D.A. King, ferviente opositor a la inmigración ilegal, dice que los candidatos republicanos se llenan la boca sobre el tema pero no hacen mucho para resolver el problema.

“La gente debe admitir que la inmigración ilegal va seguir estando aquí el próximo año y estuvo aquí el año pasado”, declaró. “Ninguno de estos candidatos hablaba de esto el año pasado”.

El “autobús de la deportación” de Williams se presentó el miércoles en Clarkston, una localidad en las afueras de Atlanta con mucha diversidad que le ha abierto los brazos a los inmigrantes y a los refugiados. Fue recibido con protestas.

Heval Kelli, un refugiado sirio y activista a favor de la causa de los inmigrantes, se presentó con un baklava para hacerle ver a Williams que los inmigrantes son cordiales con los visitantes.

Williams negó que su retórica sea racista. Reconoció que algunas personas que están en el país sin permiso son gente que trabaja duro, pero que lo que le interesa es hacer cumplir las leyes.

“No es justo para todos los demás que hagamos la vista gorda con quienes violan las leyes”, sostuvo.
Atlanta.