Los Boy Scouts of America, filial estadounidense de la gran organización de pequeños exploradores, ya acepta a jóvenes homosexuales.
Pero desde el lunes se espera que vaya más lejos y que ponga fin a una norma que prohíbe tener gays entre sus guías.
Por un voto que al parecer es mera formalidad, el consejo administrativo de los Boy Scouts of America (BSA) debe decidir si en adelante permitirá a las organizaciones locales de scouts que recluten dirigentes 'sin consideración de su orientación sexual'.
Esta resolución ya fue adoptada por unanimidad el 10 de julio pasado por el comité ejecutivo de los BSA y sólo falta la ratificación del consejo administrativo.
La esperada votación pondrá fin definitivamente a la prohibición de homosexuales en el seno de los Boy Scouts, una norma que ha sido corregida en los últimos tiempos para favorecer a los jóvenes gays.
No obstante, la resolución especifica que 'este cambio respetará el derecho de las organizaciones locales religiosas a buscar dirigentes adultos que estén conformes a sus creencias'.
En otras palabras, las organizaciones religiosas afiliadas al movimiento scout, que tienen autonomía de gestión, pueden decidir si seguir negándose a tener adultos gays.
Las organizaciones religiosas representan 70% de las 100.000 secciones autónomas, informaron los BSA.
La iglesia mormona, que dirige la mayor cantidad de secciones, informó que tras la resolución del comité ejecutivo de los BSA, 'se reserva el derecho a reclutar en virtud de los principios religiosos y morales de (sus) doctrinas y creencias'.
Los Boy Scouts estadounidenses, fundada en 1910, reúne a 2,6 millones de jóvenes varones guías y un millón de voluntarios. Más de 1,5 millones de sus miembros tienen entre 7 y 11 años.
