Brasil inició este domingo el horario de verano (austral), que funcionará por casi cuatro meses y permitirá un ahorro de energía equivalente a 140 millones de dólares, informó el Operador Nacional del Sistema (ONS).
Los relojes brasileños se adelantaron una hora este domingo en las regiones sur, sureste, centro oeste y el estado de Tocantins, en el norte.
Buena parte del norte y noreste no cambia el horario, entre ellos el turístico estado de Bahía, también nordestino, que este año decidió no adoptarlo.
Con el cambio de horario, Brasil prevé reducir hasta 5% el consumo energético en los horarios pico del final del día.
El efecto del cambio de horario puede ser especialmente significativo este año, cuando se esperan menos lluvias en el noreste debido al fenómeno El Niño, lo que presiona la producción en el sur y el funcionamiento de más termoeléctricas, explicó el director general del ONS, Hermes Chipp, a la estatal Agencia Brasil.
El horario de verano brasileño se extiende hasta el 17 de febrero.