Con banderas, pancartas y cánticos de 'no habrá Copa', al menos un millar de personas se manifestaron el sábado en Sao Paulo contra el Mundial de futbol que Brasil organizará a mediados de año.
El grupo de protesta Anonymous Río afirmó en su página de Facebook que la 'Operación Detengan el Mundial' es el primer acto de este año contra el torneo de fútbol.
Los manifestantes se reunieron frente al Museo de Arte de Sao Paulo por cerca de una hora para luego dirigirse a otro punto de la ciudad mientras entonaban consignas contra el campeonato.
Conforme se acercaban al centro de la ciudad, algunos manifestantes atacaron un vehículo de la policía, que se encontraba vacío, y trataron de volcarlo, mientras que otros prendieron fuego a un auto compacto.
Algunos más causaron destrozos en varias sucursales bancarias, como había ocurrido en otras protestas desde el año pasado. La policía respondió con gases lacrimógenos y balas de goma para dispersar a la multitud.
Más de 100 manifestantes fueron detenidos.
Durante la marcha, varios manifestantes gritaron: 'Si no tenemos derechos, no habrá Copa'.
'Por derechos nos referimos al derecho del pueblo a servicios públicos decentes', dijo el estudiante universitario Leonardo Pelegrini dos Santos. 'Estamos en contra de que se gasten millones y millones de dólares para la Copa. Es dinero que debería invertirse en mejores servicios de salud y educación, y en mejor transporte y vivienda'.
Otra estudiante, Juliana Turno, dijo que 'esto es una pequeña muestra de lo que pasará cuando empiece la Copa del Mundo'.
El año pasado, millones de personas salieron a las calles en varias ciudades brasileñas para quejarse por los aumentos en las tarifas del transporte, la baja calidad de los servicios públicos y la corrupción, mientras la nación invertía miles de millones de dólares para organizar el Mundial, que comenzará en junio.
Esas manifestaciones coincidieron con la Copa Confederaciones, un torneo que sirve de ensayo para el Mundial.
En Río de Janeiro, unas 50 personas se reunieron frente al hotel Copacabana Palace portando pancartas contra la Copa del Mundo. Luego de casi una hora, la multitud se desplazó a una importante vialidad que corre a lo largo de la playa de Copacabana, lo que generó embotellamientos mientras la policía se limitaba a observar.
Hubo otras pequeñas manifestaciones en diversas ciudades.