La prostitución en España suele esquivar las leyes que prohíben el proxenetismo y el tráfico sexual. Muchos prostíbulos operan con licencias de bar u hotel, lo cual les ha permitido permanecer abiertos mientras los contagios vinculados con la vida nocturna obligaban a cerrar clubes y pubs.
La región de Castilla La Mancha, donde se encuentra el mayor número de prostíbulos del país, ordenó el cierre de éstos para el domingo.
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Los tests de coronavirus dieron positivo en siete mujeres y cinco hombres en un burdel en la provincia de Ciudad Real. Las autoridades no han podido realizar el rastreo de contactos, ya que esos comercios no llevan registros oficiales de clientes.
La ministra de Igualdad, Irene Montero, exigió el cierre inmediato de los prostíbulos. En una carta a los jefes de los 17 gobiernos regionales, Montero dijo que los contagios en esos locales pueden significar un “aumento potencial de positivos de difícil rastreo” que pondría en peligro la salud y los derechos de las mujeres.
Montero, miembro de un partido de extrema izquierda en la coalición de gobierno que se opone a abolir la prostitución legal, dijo que las regiones deben brindar alojamiento y cuidados sociales a las personas que trabajan en el sexoservicio y que fueron afectadas por los cierres.
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El principal experto en pandemia de España, Fernando Simón, advirtió esta semana que la situación no marcha bien con respecto a las infecciones, que aumentan sobre todo entre los jóvenes y los que hacen vida nocturna. En los dos meses desde la mitigación de la cuarentena estricta se han registrado casi 132,000 casos en el país.
España ha registrado casi 29,000 muertes relacionadas con el virus, pero los expertos dicen que las cifras en todos los países son superiores a lo reportado debido a la falta de pruebas diagnósticas y otros factores.
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