SAN JOSÉ, COSTA RICA.- El
Juzgado Penal de Desamparados de Costa Rica emitió el martes una orden de captura internacional contra el
sacerdote Mauricio Víquez, acusado por presuntos abusos contra menores de edad.
Víquez --quien alguna vez fue el vocero de la Iglesia Católica costarricense en temas de familia-- enfrenta una denuncia presentada ante la Fiscalía de Género por el presunto abuso contra dos menores que habría ocurrido en 2003. Además encara nueve denuncias canónicas que son investigadas por la Iglesia.
Debido a los señalamientos, el Arzobispo de San José, José Rafael Quirós, no asistirá al encuentro convocado en Roma por el papa Francisco para tratar el tema de los abusos sexuales protagonizados por sacerdotes. Según informó a The Associated Press Jason Granados, vocero de la iglesia, acudirá monseñor Gabriel Enrique Montero Umaña, obispo de San Isidro y vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Costa Rica.
Sobre el Arzobispo Quirós también pesa una investigación canónica, pues dos de las presuntas víctimas del sacerdote Víquez lo acusaron de haber encubierto las denuncias que conocía desde 2003.
Según informó el Semanario Universidad, Víquez está fuera del país desde el 7 de enero, fecha en que solicitó un permiso a la Universidad de Costa Rica para ausentarse por un año como docente.
La captura de Víquez es urgente para el proceso penal que se abrió en su contra, pues sus presuntas víctimas cumplirán 28 años y de acuerdo con la actual ley costarricense, el caso prescribiría si no se le notifica al acusado.
Víquez --quien alguna vez fue el vocero de la Iglesia Católica costarricense en temas de familia-- enfrenta una denuncia presentada ante la Fiscalía de Género por el presunto abuso contra dos menores que habría ocurrido en 2003. Además encara nueve denuncias canónicas que son investigadas por la Iglesia.
Debido a los señalamientos, el Arzobispo de San José, José Rafael Quirós, no asistirá al encuentro convocado en Roma por el papa Francisco para tratar el tema de los abusos sexuales protagonizados por sacerdotes. Según informó a The Associated Press Jason Granados, vocero de la iglesia, acudirá monseñor Gabriel Enrique Montero Umaña, obispo de San Isidro y vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Costa Rica.
Sobre el Arzobispo Quirós también pesa una investigación canónica, pues dos de las presuntas víctimas del sacerdote Víquez lo acusaron de haber encubierto las denuncias que conocía desde 2003.
Según informó el Semanario Universidad, Víquez está fuera del país desde el 7 de enero, fecha en que solicitó un permiso a la Universidad de Costa Rica para ausentarse por un año como docente.
La captura de Víquez es urgente para el proceso penal que se abrió en su contra, pues sus presuntas víctimas cumplirán 28 años y de acuerdo con la actual ley costarricense, el caso prescribiría si no se le notifica al acusado.