La debilitada pero peligrosa tormenta Irma seguía avanzando el lunes por Florida causando inundaciones enormes, cortes de electricidad generalizados y vientos que arrancan tejados y amenazan a los socorristas.
Irma perdió fuerza y se volvió tormenta tropical el lunes, pero sigue teniendo vientos con fuerza casi de huracán. Sus bandas exteriores llegaban a Georgia, a donde se prevé que el centro del meteoro llegue el lunes más tarde. Mientras sigue el mal tiempo en todo el estado, muchos esperan a que mejore el clima para poder evaluar los daños.
La inundación en el céntrico Jacksonville superó un récord de 1965 por al menos 30 cm (1 pie), dijo el Servicio Meteorológico Nacional. 'Hay que moverse a zonas altas', dijo el servicio meteorológico cerca del río St. Johns.
En el sur, los vientos derribaron un poste de luz el domingo sobre una camioneta policial en el condado de Polk, lo que ilustra las condiciones peligrosas que enfrentan los socorristas. Un policía y un paramédico que acababan de poner a salvo a un paciente anciano se quedaron atrapados dos horas hasta que llegaron los equipos a rescatarlos. Ambos estaban ilesos.
Más de 120 casas fueron evacuadas el lunes en el condado Orange mientras avanzaban las aguas.
Casi 4,5 millones de hogares y negocios de todo el estado se quedaron sin electricidad y funcionarios de servicios públicos informaron que tomará varias semanas restaurar la electricidad a todos. En Georgia, unos 100.000 estaban sin luz.
El vórtice de la tormenta estaba a unos 170 kilómetros (105 millas) al norte de Tampa el lunes temprano. Aunque llegó a Florida como un huracán de categoría 4, Irma perdió fuerza luego de retirar el agua de las bahías, anegar parte del centro de Miami y derribar al menos tres grúas de construcción, dos en Miami y una en Fort Lauderdale.
Mientras tanto, más de 160.000 personas están en albergues habilitados en todo el estado.
De momento no hay reportes confirmados de muertes en Florida. En el Caribe, al menos 24 personas fallecieron a consecuencia de Irma. En Cuba, la tormenta anegó el famoso Malecón de La Habana, llevando el agua hasta medio kilómetro tierra adentro. Los medios estatales cubanos informaron que 10 personas murieron por el paso de Irma cuando todavía era huracán.
El alcalde de Tampa, Bob Buckhorn, dijo que la situación no es tan mala como se preveía, pero alertó que sigue habiendo riesgos por la tormenta.
En una de las mayores evacuaciones en la historia de Estados Unidos, las autoridades advirtieron a casi 7 millones de residentes del suroeste que buscaran refugio en otra parte, incluso 6,4 millones de personas solo en Florida. Tras pasar por el estado, se espera que el meteoro, aún más debilitado, se dirija a Georgia, Alabama, Mississippi, Tennessee y más allá. Es la primera vez que
Atlanta emite una advertencia por tormenta tropical y muchas escuelas de la región cancelaron las clases ante la llegada de Irma.
Por el momento, las autoridades tienen poca información sobre los daños causados por la tormenta, informó el domingo en la noche Bryan Koon, director de la agencia de gestión de desastres de Florida.
'No he oído hablar de daños catastróficos. Esto no significa que no existan, solo que aún no llegaron a nosotros', agregó Koon.
En los Cayos, Florida, donde se registró una marejada de más de 3 metros (10 pies), podían verse flotando electrodomésticos y muebles. La portavoz del condado Monroe, Cammy Clark, dijo que las aguas del océano están llenas de peligros para la navegación, incluso botes hundidos.
El administrador del condado, Roman Gastesi, dijo que los equipos comenzarían el lunes a buscar sobrevivientes puerta por puerta. Varios aviones militares llevarán suministros de emergencia a los Cayos.
El domingo, una mujer de Miami fue asistida por teléfono en un parto cuando las autoridades no pudieron llegar al lugar donde estaba a causa de los fuertes vientos y las inundaciones. Los bomberos la trasladaron tiempo después a un hospital.
Un aparente tornado generado por Irma destruyó seis casas rodantes en Palm Bay, a cientos de kilómetros de distancia a lo largo la costa estatal en el Atlántico.
Las autoridades impusieron toques de queda durante la noche en Miami, Tampa, Fort Lauderdale y muchas zonas del resto del sur de Florida y fueron reportadas varias detenciones de personas que no los respetaron.