La embajadora estadounidense ante Naciones Unidas, Nikki Haley, instó este martes a Venezuela a abordar la cuestión de la violación de derechos humanos en su país o a abandonar el Consejo de la ONU de Ginebra.
'Si Venezuela no puede [abordar las violaciones de DDHH en el país debería renunciar voluntariamente a su lugar en el Consejo de Derechos Humanos hasta que ponga orden en su casa', dijo Haley en la sede del Consejo en Ginebra.
'Formar parte de este Consejo es un privilegio y un país que viola derechos humanos no debería estar autorizado a tener un sitio en la mesa', añadió.
En su discurso ante los 47 miembros del Consejo, Haley, que tiene rango de ministra, lamentó que la ONU 'nunca haya examinado una resolución sobre Venezuela, aunque en marzo adoptó cinco resoluciones parciales contra un solo país, Israel'.
Israel es el único país que tiene un punto fijo en el orden del día en todas las sesiones del Consejo de Ginebra, que se celebra tres veces al año.
Israel y su principal aliado, Estados Unidos, han denunciado en numerosas ocasiones la 'agenda parcial' del Consejo y se niegan a participar en los debates.
Por su parte el Alto Comisario de la ONU de Derechos Humanos, Zeid Ra'ad Al Hussein, dijo el martes que 'la crisis creciente de los derechos humanos' en Venezuela, 'subraya la necesidad cada vez más urgente de tener un análisis imparcial y una ayuda rápida', recordando que en el país se habían producido 'al menos 60 muertes, según la fiscalía, así como el aumento de la escasez y el hambre'.
'Insto al Gobierno a que acepte mi petición para una misión en el país a nivel operacional', reclamó el Alto Comisario.
A este respecto, una portavoz de Al Hussein precisó a la AFP que ''a nivel operacional' quiere decir aceptar nuestro pedido para una misión importante en el país', mejor que una misión de alto rango donde 'responsables de alto nivel estarían acompañados por oficiales para supervisar la situación de forma superficial'.
El Alto Comisario hizo esta demanda 'en mayo', puntualizó esta misma fuente.
Venezuela vive desde el 1 de abril una ola de protestas opositoras que exigen elecciones generales para la salida del poder del presidente Nicolás Maduro. Las manifestaciones ya dejaron un saldo de 65 muertos y más de un millar de heridos.
Desde Caracas, el defensor del pueblo venezolano, Tarek William Saab, pidió la semana pasada a la fuerza pública que garantice el respeto de los derechos humanos en la contención de estas protestas.
'Instamos a los cuerpos de seguridad policiales y militares a que cumplan con su misión de proteger los derechos humanos (...), manteniendo estricto apego a los estándares internacionales y nacionales respecto del uso progresivo, proporcional y diferenciado de la fuerza', dijo Saab.
El funcionario, de línea oficialista, justificó, por otra parte, los juicios a civiles en tribunales castrenses, siempre que se trate de 'delitos de naturaleza militar'.
El gobierno acusa a manifestantes de ataques a bases militares en Caracas y otras ciudades.