'El gobierno de México ha tomado medidas significativas y sin precedentes para ayudar a frenar el flujo de inmigración ilegal hacia nuestra frontera', dijo Morgan en una rueda de prensa en la Casa Blanca.
En junio México firmó un acuerdo con Estados Unidos para detener el flujo de migrantes que viajan hacia el norte desde Centroamérica, principalmente de Guatemala, Honduras y El Salvador.
La semana pasada el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, anunció una reducción de la inmigración irregular de 56%.
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En vísperas de la visita de Ebrard a Washington para analizar los resultados del acuerdo, pasados los 90 días estipulados en el compromiso, Estados Unidos anunció que en agosto 64,006 personas fueron aprehendidas en la frontera, un descenso de 22% con respecto al mes anterior.
Las autoridades estadounidenses destacaron que estas cifras representan una caída de 56% con respecto a mayo, cuando el total de detenidos en la frontera llegó a un nivel de 144,255 aprehensiones, un máximo en 13 años.
A finales de mayo, Trump amenazó con imponer aranceles progresivos a México hasta llegar a 25% si no frenaba el paso de migrantes indocumentados.
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'El presidente ha dejado muy claro que va a usar cada herramienta que él y su gobierno tengan a su disposición para frenar el flujo de inmigración ilegal hacia nuestra frontera', afirmó Morgan que calificó la situación como una crisis regional y dijo que 'México debe hacer más'.
El 26 de julio, Washington y Guatemala también sellaron un acuerdo migratorio.
El tratado, que según la Casa Blanca busca convertir a Guatemala en un 'tercer país seguro', implica que la nación centroamericana acogerá a migrantes que quieran pedir asilo en Estados Unidos, lo cual desató duras críticas ya que 60% de los 17.7 millones de guatemaltecos viven en la pobreza.
