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El papa Francisco se despide de Chile en Iquique, una ciudad de migrantes

Desde la medianoche, entre el mar y las montañas, los fieles acampaban sobre la arena para asistir a la última misa de Francisco en Chile

18.01.2018

Santiago, Chile
El papa Francisco viajó este jueves a Iquique, en el norte de Chile, para realizar su tercera y última misa en el país en la Playa Lobito, que tendrá foco en la inmigración, antes de proseguir su viaje rumbo a Perú.

El avión del pontífice partió hacia las 08H15 locales (11H15 GMT) desde Santiago rumbo a Iquique, a unos 1.800 km al norte, en el último destino de su viaje a Chile, que incluyó su paso por la capital chilena y la ciudad de Temuco, en el sur del país.

Al salir de la Nunciatura de Santiago, el papa saludó y agradeció a los periodistas que lo esperaban en las afueras del recinto antes de emprender viaje a Iquique, foco de inmigración en los últimos años, donde se estima que una de cada diez personas que viven en la ciudad es inmigrante.

Desde la medianoche, entre el mar y las montañas, los fieles acampaban sobre la arena para asistir a la última misa de Francisco en Chile.

'Es una maravilla estar aquí para encontrar en Francisco fuerza para salir adelante. Es difícil cuando siento indiferencia o se cierran puertas por ser boliviana', dijo a la AFP Claudia Escalera, de 31 años.

'Son necesarias las palabras de Francisco a favor de los extranjeros que viven aquí, es necesario que se respeten las diferencias', agregó Monserrat Caballero, de 22 años, proveniente de Ecuador.

En los últimos años, Chile ha sido un país receptor de inmigrantes, principalmente por su frontera norte, por donde se registra un intenso ingreso irregular de extranjeros principalmente desde Colombia, Haití, República Dominicana y Ecuador.

Más de medio millón de extranjeros viven hoy en situación legal en el país, según datos oficiales, un 3% de la población de 17,5 millones. Pero según datos recientes de la prensa, sólo el año pasado llegaron cerca de 105.000 haitianos y más de 100.000 venezolanos.

Luego de las manifestaciones contrarias a su visita y ataques a iglesias que se registraron en Santiago y en Temuco, se prevé que el paso de Francisco por Iquique sea más tranquilo.

Etapa más tranquila
El papa oficiará su última misa en Chile en la Playa Lobito, situada a 20 km de Iquique, frente al Océano Pacífico.

Concluirá su visita con un encuentro en la Casa de Retiros Nuestra Señora de Lourdes, donde almorzará con el séquito papal y tendrá un encuentro con víctimas de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) antes de viajar a Perú.

A diferencia de otros países visitados en la región en sus cinco viajes previos, el de Chile no ha sido fácil. Se ha encontrado con el país más hostil a la Iglesia Católica de América Latina, con una secularización galopante donde los abusos sexuales del clero a menores han hecho estragos para su imagen.

En su encuentro con las autoridades del país, el martes, el pontífice confesó su 'dolor y vergüenza' por los abusos perpetrados por curas pedófilos.

Ante religiosos del país, también abordó este tema y los instó a ' tener la valentía de pedir perdón', consciente del tremendo daño que se ha causado a la Iglesia.

'Sé que a veces han sufrido insultos en el metro o caminando por la calle; que ir vestido de cura en muchos lados se está pagando caro', dijo el Papa, que en contra de lo previsto, se reunió con víctimas de los abusos.

Preocupado también por los pueblos originarios, en Temuco, capital de La Araucanía, el papa mandó un mensaje tanto al gobierno como a los grupos que luchan por lo que denominan sus derechos ancestrales, condenando la vía de la violencia.

'No se puede pedir reconocimiento aniquilando al otro, porque esto lo único que despierta es mayor violencia y división' y 'más que impulsar los procesos de unidad y reconciliación, terminan amenazándolos', recordó el pontífice en esta conflictiva r egión del sur de Chile.

Reina y madre de Chile
El papa Francisco entronizará este jueves la imagen de María, que tiene su morada en la localidad de La Tirana, a 70 km de Iquique, como 'reina y madre' de Chile.

Un cristo crucificado en la plaza del pueblo fue testigo el miércoles del inicio de un ritual que tuvo como centro un baile 'chino', típico del norte chileno.

'Ilusiona lo que va a hacer Francisco. Es verdad que será de gloria' para el pueblo de La Tirana, de poco más de 1.000 habitantes, comentó a la AFP F rancisco Cuevas.

A sus 82 años y acompañado por su mujer que se moviliza en silla de ruedas, Cuevas celebró la decisión del líder de los católicos de coronar a la imagen que su pueblo venera como virgen del Carmen -patrona de Chile-, completando un ritual católico que reconoce la devoción popular.

Un orgullo compartido por la población del modesto pueblo, anclado en medio de las ocres montañas del norte chileno, que sobrevive ajeno al desarrollo comercial e inmobiliario que en las últimas décadas transformaron a la zona franca de Iquique con su puerto, en una de las más grandes de Sudamérica gracias a la cercanía de Perú y Bolivia.

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