El Salvador avaló este jueves extender por un año el endurecimiento de las medidas de control en centros penitenciarios.
El Congreso determinó que se controle más tiempo a los pandilleros que ordenan crímenes o extorsiones desde su detención.
'Las regulaciones extraordinarias son necesarias y útiles para garantizar el control efectivo de los centros penitenciarios en los que están recluidos miembros de maras y pandillas', indicó el decreto aprobado con los votos de 77 de los 84 diputados del Congreso unicameral.
Señala que las disposiciones permitieron 'la disminución de la efectividad de la actividad delictiva' que se ordena desde el interior de los penales donde están encarcelados pandilleros.
Entre las medidas extraordinarias que fueron prorrogadas figuran los registros constantes a reclusos en seis penales que albergan pandilleros, así como límites a las visitas familiares e íntimas y al desplazamiento de los internos en esas prisiones.
Otra medida obliga a las empresas telefónicas a bloquear la señal de celulares en los centros penitenciarios, principalmente los que alojan pandilleros, para evitar que se comuniquen con sus estructuras delictivas.
El decreto establece que esas medidas pueden ser implementadas en el resto de prisiones del país si las autoridades de justicia y seguridad pública así lo determinan.
'La aprobación de la extensión de las medidas extraordinarias significa que seguimos en la lucha para que en el país las condiciones de seguridad cada día sean mejores', dijo el presidente del Congreso, el diputado Guillermo Gallegos, del derechista partido Gran Alianza por la Unidad (GANA).
El Salvador registró 5.278 homicidios en 2016, una reducción de 20,7% desde el año previo, según cifras oficiales.
Las pandillas salvadoreñas tienen unos 70,000 miembros, de los cuales unos 16,000 están encarcelados, según las autoridades.
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