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El socialista François Hollande, elegido presidente de Francia

Al cierre oficial de los comicios, a las 20H00 (18H00 GMT), la victoria de Hollande fue confirmada por tres institutos de sondeo.

06.05.2012

El socialista François Hollande fue elegido el domingo presidente de Francia, con un 52% de los votos, frente al mandatario conservador Nicolas Sarkozy, quien reconoció la derrota, en el primer vuelco a la izquierda de un gran país europeo desde el comienzo de la crisis que sacude al Viejo Continente.

Al cierre oficial de los comicios, a las 20H00 (18H00 GMT), la victoria de Hollande fue confirmada por tres institutos de sondeo. Según CSA, obtuvo 51.8% de los votos, según Ipsos 51.9% y según TNS Sofres 52%.

Sarkozy reconoció su derrota y afirmó que Hollande es el 'nuevo presidente' del país, asumió 'toda la responsabilidad de esta derrota' y deseó 'buena suerte' a su sucesor.

La emblemática plaza de la Bastilla de París, en la que se espera que hable Hollande, estaba desde fines de la tarde colmada de gente de todas las edades, que agitaban banderas de Francia al grito de 'Hollande presidente', 'Hemos ganado'.

Hollande se convierte en el segundo presidente socialista de la V República Francesa (fundada por el general Charles De Gaulle en 1958), después de François Mitterrand, jefe de Estado de 1981 a 1995.

Sarkozy, por su lado, pasa a engrosar la lista de víctimas políticas de la crisis europea, en la que figuran el socialista español José Luis Rodríguez Zapatero, el también socialista portugués José Socrates y el laborista británico Gordon Brown, a quienes los electores hicieron pagar en las urnas la política de austeridad.

A ellos se suman el italiano Silvio Berlusconi (derecha) y el socialista griego Giorgos Papandreu, forzados a dimitir bajo presión de la Unión Europea.

Todos esos giros fueron hacia la derecha o condujeron a la formación de gobiernos tecnócratas.

La campaña en Francia, segundo motor de la Eurozona después de Alemania, estuvo marcada por la crisis financiera, que castiga duramente a países como España, Grecia, Italia y Portugal, y por cuestiones como la inmigración y la seguridad en las fronteras, temas que provocaron recelo en algunos socios del bloque.

Hollande, de 57 años, había exhortado a sus compatriotas a darle una amplia victoria este domingo para poder tener 'toda la capacidad y los medios para actuar'.

El líder socialista había recibido el respaldo del centrista François Bayrou, del candidato de la izquierda radical Jean-Luc Mélenchon y de la ecologista Eva Joly (2.31%).

Sarkozy, de 57 años, no fue apoyado por ninguna de las fuerzas políticas que participaron en la primera vuelta.

En su quinquenio en el poder, ha sido un presidente de impopularidad sin precedentes y no pudo desprenderse de su etiqueta de 'presidente de los ricos' en plena crisis económica.

Tras la primera vuelta, en la que la candidata del Frente Nacional (FN, extrema derecha) Marine Le Pen quedó en tercer lugar con 18% de los votos, el presidente saliente trató de atraer a su electorado.

Sarkozy invocó el patriotismo y resaltó la necesidad de controlar mejor las fronteras del espacio Schengen para paliar la inmigración clandestina y afirmó que 'tenemos demasiados extranjeros en nuestro territorio'.

Pese a ello, Marine Le Pen declaró la semana pasada que votaría en blanco.

El domingo, Le Pen atribuyó a Sarkozy 'la responsabilidad del fracaso' de su campo. 'Fue Nicolas Sarkozy quien participó en la victoria de Hollande', declaró al canal TF1, denunciando a 'todos los dirigentes de la UMP que no cesaron de explicar entre las dos vueltas que votar socialista no estaba tan mal'.

Le Pen se coloca en la perspectiva de las elecciones legislativas de junio.

La UE aguardaba con enorme interés el resultado de estas elecciones. Durante su mandato, Sarkozy y la canciller alemana Angela Merkel impulsaron un severo plan de ajuste para el bloque europeo.

Hollande sostiene que el rigor fiscal debe ir acompañado del estímulo de la economía y anunció que desea renegociar el pacto fiscal para incluir políticas que favorezcan el crecimiento.

En su programa se contempla aplicar más impuestos a los ciudadanos más ricos, hacer hincapié en la creación de empleo para los jóvenes y 'unir' a los franceses en un gobierno de 'justicia'.

Poco antes de conocerse los resultados, uno de sus allegados, Jean-Marc Ayrault, actual presidente de la bancada socialista de diputados y citado a menudo como posible primer ministro del próximo gobierno, dijo que Hollande podría comunicarse con Angela Merkel la misma noche del domingo.

'Pienso que esta misma noche (...) François Hollande se comunicará con la canciller de Alemania porque allí está la clave de la recuperación de Europa, de la reorientación de Europa hacia el crecimiento, la competitividad, la protección', declaró Ayrault.

El ministro alemán de Relaciones Exteriores calificó de 'acontecimiento histórico' la victoria de Hollande, en ocasión de una corta visita a la embajada francesa en Berlín.

'Trabajaremos juntos sobre un pacto de crecimiento', dijo, congratulándose por la cooperación entre los dos países.

El proyecto de Hollande tiene cada vez más ecos en Europa. Las declaraciones de dirigentes europeos sobre la necesidad de fomentar el crecimiento para superar la crisis se multiplicaron en las útimas semanas.

Unos 45 millones de electores franceses eran convocados a las urnas para esta elección. Entre 80% y 82% de ellos participaron en los comicios.