CANCÚN, MÉXICO.- El huracán Beryl tocó tierra la mañana del viernes en México al alcanzar la península de Yucatán, al noreste de la localidad turística de Tulum, dejando atrás una estela de destrucción y siete muertos en su paso por el Caribe.
La autoridad Nacional de Protección civil de México decretó alerta roja, que implica un peligro máximo, para los estados de Quintana Roo y Yucatán.
Beryl tocó tierra en una localidad costera a dos horas del conocido balneario de Cancún, en el estado de Quintana Roo. “Por favor quédense en casa”, advirtió la gobernadora María Lezama, en un video difundido durante la noche del jueves.
El último boletín emitido a las 12h00 GMT por el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC), con sede en Miami, sostiene que el huracán desata vientos con picos de 160 km/hora.
El servicio meteorológico de México lo calificó como de categoría 2 en una escala de 5, con vientos vientos de 175 kms por hora y picos de 220 km/h.
La Coordinación Nacional de Protección Civil mexicana afirmó en la red social X que Beryl traerá “lluvias intensas a puntuales torrenciales, vientos intensos y oleaje elevado en la península de Yucatán”.
A su vez, el NHC advirtió que se espera en Yucatán vientos huracanados, marejada ciclónica y fuerte oleaje.
Advertencias y evacuaciones
Cientos de turistas fueron evacuados en la región y las autoridades pidieron a la población que se resguarde en zonas altas.
La creciente potencia del viento y la lluvia alertó a los habitantes de Tulum, que empezaron a llenar los refugios, dijo a AFP Amairani Och, responsable de uno de los albergues habilitado en una escuela que ya atendía a 290 personas.
“Después de que pasó la ráfaga de viento empezó a llegar gente y estamos viendo de meterlas porque las demás escuelas ya se llenaron”, declaró Och.
El refugio también admite mascotas. Lucero Gazcón, una jubilada de 67 años, agradeció la “atención maravillosa” del albergue donde pudo guarecerse con su perro tras dejar su apartamento.
“Estaba yo sola, es un edificio bien grande (...), sí me dio miedo. Me han tocado temblores y terremotos, pero nunca me han tocado huracanes”, comentó Gazcón.
Beryl es el primer huracán de la temporada del Atlántico, que va de principios de junio a finales de noviembre, e impresionó a los expertos por la intensidad que adquirió.
Los servicios meteorológicos estadounidenses lo clasificaron durante su trayectoria como categoría 5, convirtiéndolo en el más precoz de esta potencia en los registros.
Científicos creen que el cambio climático, que provoca mayores temperaturas del agua, favorece estas tormentas y aumenta las probabilidades de que se intensifiquen rápidamente.
Despliegue de emergencia
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, exhortó en un mensaje en la red X a la población trasladarse a “partes altas” para evitar riesgos.
“No titubeemos, lo material se recupera. Lo más importante es la vida”, agregó.
En Tulum, municipio de 47.000 habitantes, el gobierno ordenó suspender actividades desde la tarde del jueves. La población protegió sus negocios con tablas de madera y los supermercados cerraron. El aeropuerto suspendió sus operaciones.
Muchos turistas fueron evacuados de los hoteles de la línea costera y otros intentaron salir en autobús de la zona de impacto.
Cerca de 100 vuelos nacionales e internacionales programados entre jueves y viernes fueron cancelados en el aeropuerto de Cancún, el principal del Caribe mexicano.
El ejército desplegó unos 8.000 efectivos en Tulum y anunció que cuenta con provisiones y 34.000 litros de agua purificada para la población.
La Oficina de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés) advirtió en mayo que la temporada de huracanes se perfila como extraordinaria, con la posibilidad de cuatro a siete huracanes de categoría 3 o más.