LONDRES
El bebé británico afectado de una rara enfermedad genética, Charlie Gard, cuyo caso despertó controversia mundial, falleció este viernes, informó la madre.
Gard falleció a una semana de cumplir su primer año de vida. 'Nuestro maravilloso chico se ha ido, estamos tan orgullosos de ti, Charlie' dijo Connie Yates, la madre del bebé, después de que los médicos le retiraran la asistencia respiratoria que lo mantenía en vida.
Connie Yates y Chris Gard pelearon una batalla judicial para poder llevarse al pequeño Charlie a Estados Unidos para un último tratamiento experimental.
Tras perder varias apelaciones, llevaron el caso ante el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos, donde también perdieron. Pero el caso, que provocó apasionados debates a nivel mundial y la intervención del papa Francisco para mostrarles su apoyo, llevó al hospital británico en el que Charlie estaba internado a pedir a la justicia si debían considerar la posibilidad del traslado.
Los padres decidieron finalmente la semana pasada darse por vencidos, tras constatar que 'el tiempo se agotó'.
La familia llegó a recoger 1,75 millones de dólares para su batalla legal y médica.
Los padres pidieron que los últimos instantes de Charlie pudieran desarrollarse en casa, pero el hospital se negó porque el ventilador mecánico que lo mantenía en vida era demasiado pesado para el traslado.
El bebé británico afectado de una rara enfermedad genética, Charlie Gard, cuyo caso despertó controversia mundial, falleció este viernes, informó la madre.
Gard falleció a una semana de cumplir su primer año de vida. 'Nuestro maravilloso chico se ha ido, estamos tan orgullosos de ti, Charlie' dijo Connie Yates, la madre del bebé, después de que los médicos le retiraran la asistencia respiratoria que lo mantenía en vida.
Connie Yates y Chris Gard pelearon una batalla judicial para poder llevarse al pequeño Charlie a Estados Unidos para un último tratamiento experimental.
Tras perder varias apelaciones, llevaron el caso ante el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos, donde también perdieron. Pero el caso, que provocó apasionados debates a nivel mundial y la intervención del papa Francisco para mostrarles su apoyo, llevó al hospital británico en el que Charlie estaba internado a pedir a la justicia si debían considerar la posibilidad del traslado.
Los padres decidieron finalmente la semana pasada darse por vencidos, tras constatar que 'el tiempo se agotó'.
La familia llegó a recoger 1,75 millones de dólares para su batalla legal y médica.
Los padres pidieron que los últimos instantes de Charlie pudieran desarrollarse en casa, pero el hospital se negó porque el ventilador mecánico que lo mantenía en vida era demasiado pesado para el traslado.