Bogotá, Colombia
Narcotráfico, postración social y una migración que crece en número y desespero. Muy lejos de Bogotá, en las narices de Venezuela y Ecuador, reverdece un conflicto con varias puntas.
Y esta violencia no solo ensombrece la seguridad regional, sino la perspectiva de que Colombia consolide la seguridad y el acuerdo de paz en el próximo gobierno.
La derecha dura y la izquierda radical, con visiones opuestas sobre la lucha antinarcóticos y la diplomacia con los vecinos, se disputan el voto antes de la primera vuelta presidencial del domingo.
'El narcotráfico irrumpe en el posconflicto (con las FARC) casi que de manera inesperada', y las 'fronteras vuelven a retomar importancia porque son retaguardias', dice a la AFP el general retirado Jairo Delgado, analista y exjefe policial de inteligencia.
Grupos armados se disputan territorios que son claves para el tráfico de drogas que azuza la persecución y prohibición impuestas por Estados Unidos.
En los límites con Venezuela (noreste) y Ecuador (suroeste), más de 20,000 soldados intentan contener este fenómeno que surgió o se fortaleció tras la paz con la exguerrilla FARC. Además de esos países, Colombia colinda por tierra con Brasil, Panamá y Perú.
'El gran reto es que esas amenazas son trasnacionales, de tipo fronterizo', remarca Irene Cabrera, investigadora de la Universidad Externado. Y la cooperación para enfrentarlas plantea un desafío.
Narcotráfico, postración social y una migración que crece en número y desespero. Muy lejos de Bogotá, en las narices de Venezuela y Ecuador, reverdece un conflicto con varias puntas.
Y esta violencia no solo ensombrece la seguridad regional, sino la perspectiva de que Colombia consolide la seguridad y el acuerdo de paz en el próximo gobierno.
La derecha dura y la izquierda radical, con visiones opuestas sobre la lucha antinarcóticos y la diplomacia con los vecinos, se disputan el voto antes de la primera vuelta presidencial del domingo.
'El narcotráfico irrumpe en el posconflicto (con las FARC) casi que de manera inesperada', y las 'fronteras vuelven a retomar importancia porque son retaguardias', dice a la AFP el general retirado Jairo Delgado, analista y exjefe policial de inteligencia.
Grupos armados se disputan territorios que son claves para el tráfico de drogas que azuza la persecución y prohibición impuestas por Estados Unidos.
En los límites con Venezuela (noreste) y Ecuador (suroeste), más de 20,000 soldados intentan contener este fenómeno que surgió o se fortaleció tras la paz con la exguerrilla FARC. Además de esos países, Colombia colinda por tierra con Brasil, Panamá y Perú.
'El gran reto es que esas amenazas son trasnacionales, de tipo fronterizo', remarca Irene Cabrera, investigadora de la Universidad Externado. Y la cooperación para enfrentarlas plantea un desafío.