Alemania, Berlín
La policía alemana buscaba activamente el miércoles en todo el país a un tunecino tras el hallazgo de su supuesto documento de identidad en la cabina del camión utilizado para la matanza del mercado navideño de Berlín que dejó 12 muertos.
Los investigadores encontraron ese documento bajo el asiento del conductor del camión utilizado para el atentado reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI).
A ese hombre se le conocen tres identidades y edades diferentes, según los diarios Bild y Allgemeine Zeitung.
'Hay un nuevo sospechoso', declaró a la prensa el ministro del Interior, Thomas de Maizière. 'A medianoche se emitió un pedido de captura en Alemania y en el espacio Schengen, es decir en Europa', agregó el ministro.
El documento hallado en el camión es un certificado expedido a un migrante al que se le negó la solicitud de asilo sin que por ello pudiera ser expulsado, según las fuentes.
Fue expedido por las autoridades locales de Kleve, una ciudad de Renania del Norte-Westfalia, situada en la frontera con Holanda, informa el Allgemeine Zeitung, diario regional de Maguncia.
Según la página web de la revista Spiegel, el individuo es originario de Tataouine, sur de Túnez.
Este hombre, que había desaparecido antes de ser juzgado por un delito de lesiones, es considerado peligroso por pertenecer a 'una gran red islamista', según el diario Bild.
Túnez es uno de los principales provedores de combatientes extranjeros en los movimientos yihadistas.
Unos 5.500 tunecinos viajaron para combatir a Siria, Irak o Libia, según los especialistas.
El martes por la noche, la policía liberó a un sospechoso detenido el lunes poco después de la matanza, a dos kilómetros del lugar.
La matanza del lunes dejó 12 muertos y 48 heridos, de los cuales 14 se encuentran entre la vida y la muerte.
Seis de los muertos son ciudadanos alemanes, indicó la policía, que sigue trabajando para identificar al resto.
El sospechoso detenido el lunes, un solicitante de asilo paquistaní, llegado a Alemania en febrero de 2016, fue liberado tras varias horas de interrogatorio, el registro de su domicilio y otras investigaciones que despejaron todas las sospechas.
El martes un dirigente sindical de la policía había dicho que la policía estaba detrás de la pista de un nuevo sospechoso.
Se examinan más de 500 indicios, entre ellos las muestras de ADN halladas en el camión, imágenes de cámaras de vigilancia y testimonios. 'Todos los efectivos disponibles' están trabajando para encontrar al autor del atentado, dijo un investigador al diario Bild.
El camionero polaco hallado muerto en la cabina, a quien el atacante robó al parecer el camión, intentó probablemente evitar una matanza peor intentando apoderarse del volante del semirremolque, según los medios de comunicación.
La autopsia demostró que el camionero polaco de 37 años, asesinado de varios balazos en la cabina, estaba vivo en el momento en que el vehículo embistió el mercado navideño, según fuentes de la investigación citadas por el diario Bild.
El cuerpo de ese hombre de 120 kilos tenía marcas de lucha y de puñaladas.
El polaco Ariel Zurawski, dueño de la empresa que empleaba al camionero, tuvo que reconocerlo a partir de una foto del cadáver.
'Se veían marcas de golpes, es evidente que se resistió. Su cara estaba ensangrentada, tumefacta. Tenía una herida de arma blanca', contó Zurawski.
La canciller alemana Angela Merkel calificó rápidamente de 'terrorista' el ataque, que recuerda el atentado del 14 de julio en Niza, sureste de Francia, que dejó 86 muertos.
El gobierno reforzó las medidas de seguridad en Berlín al tiempo que se instalaba un debate sobre la necesidad de proteger las plazas públicas con bloques de cemento o la conveniencia de que haya patrullas militares en las ciudades como se hace en otros países europeos.
Paralelamente, la extrema derecha alemana incrementó sus críticas contra Merkel, en particular contra su política migratoria considerada demasiado generosa.
La extrema derecha convocó a una manifestación este miércoles frente a la sede de la cancillería en Berlín.
'Son los muertos de Merkel', declaró el martes Marcus Pretzell, uno de los principales dirigentes de Alternativa para Alemania (AfD), el partido de extrema derecha que registró un espectacular crecimiento en las últimas elecciones regionales.
La matanza tuvo lugar en la iglesia del Recuerdo, uno de los símbolos de la capital alemana.
Los yihadistas preconizan la utilización de vehículos, en particular camiones, para embestir contra los 'impíos'.
Hasta ahora Alemania no había sufrido un atentado a gran escala con muertos, pero sí hubo varios ataques perpetrados por individuos aislados y varios intentos desbaratados.
La policía alemana buscaba activamente el miércoles en todo el país a un tunecino tras el hallazgo de su supuesto documento de identidad en la cabina del camión utilizado para la matanza del mercado navideño de Berlín que dejó 12 muertos.
Los investigadores encontraron ese documento bajo el asiento del conductor del camión utilizado para el atentado reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI).
A ese hombre se le conocen tres identidades y edades diferentes, según los diarios Bild y Allgemeine Zeitung.
'Hay un nuevo sospechoso', declaró a la prensa el ministro del Interior, Thomas de Maizière. 'A medianoche se emitió un pedido de captura en Alemania y en el espacio Schengen, es decir en Europa', agregó el ministro.
El documento hallado en el camión es un certificado expedido a un migrante al que se le negó la solicitud de asilo sin que por ello pudiera ser expulsado, según las fuentes.
Fue expedido por las autoridades locales de Kleve, una ciudad de Renania del Norte-Westfalia, situada en la frontera con Holanda, informa el Allgemeine Zeitung, diario regional de Maguncia.
Según la página web de la revista Spiegel, el individuo es originario de Tataouine, sur de Túnez.
Este hombre, que había desaparecido antes de ser juzgado por un delito de lesiones, es considerado peligroso por pertenecer a 'una gran red islamista', según el diario Bild.
Túnez es uno de los principales provedores de combatientes extranjeros en los movimientos yihadistas.
Unos 5.500 tunecinos viajaron para combatir a Siria, Irak o Libia, según los especialistas.
El martes por la noche, la policía liberó a un sospechoso detenido el lunes poco después de la matanza, a dos kilómetros del lugar.
La matanza del lunes dejó 12 muertos y 48 heridos, de los cuales 14 se encuentran entre la vida y la muerte.
Seis de los muertos son ciudadanos alemanes, indicó la policía, que sigue trabajando para identificar al resto.
El sospechoso detenido el lunes, un solicitante de asilo paquistaní, llegado a Alemania en febrero de 2016, fue liberado tras varias horas de interrogatorio, el registro de su domicilio y otras investigaciones que despejaron todas las sospechas.
El martes un dirigente sindical de la policía había dicho que la policía estaba detrás de la pista de un nuevo sospechoso.
Se examinan más de 500 indicios, entre ellos las muestras de ADN halladas en el camión, imágenes de cámaras de vigilancia y testimonios. 'Todos los efectivos disponibles' están trabajando para encontrar al autor del atentado, dijo un investigador al diario Bild.
El camionero polaco hallado muerto en la cabina, a quien el atacante robó al parecer el camión, intentó probablemente evitar una matanza peor intentando apoderarse del volante del semirremolque, según los medios de comunicación.
La autopsia demostró que el camionero polaco de 37 años, asesinado de varios balazos en la cabina, estaba vivo en el momento en que el vehículo embistió el mercado navideño, según fuentes de la investigación citadas por el diario Bild.
El cuerpo de ese hombre de 120 kilos tenía marcas de lucha y de puñaladas.
El polaco Ariel Zurawski, dueño de la empresa que empleaba al camionero, tuvo que reconocerlo a partir de una foto del cadáver.
'Se veían marcas de golpes, es evidente que se resistió. Su cara estaba ensangrentada, tumefacta. Tenía una herida de arma blanca', contó Zurawski.
La canciller alemana Angela Merkel calificó rápidamente de 'terrorista' el ataque, que recuerda el atentado del 14 de julio en Niza, sureste de Francia, que dejó 86 muertos.
El gobierno reforzó las medidas de seguridad en Berlín al tiempo que se instalaba un debate sobre la necesidad de proteger las plazas públicas con bloques de cemento o la conveniencia de que haya patrullas militares en las ciudades como se hace en otros países europeos.
Paralelamente, la extrema derecha alemana incrementó sus críticas contra Merkel, en particular contra su política migratoria considerada demasiado generosa.
La extrema derecha convocó a una manifestación este miércoles frente a la sede de la cancillería en Berlín.
'Son los muertos de Merkel', declaró el martes Marcus Pretzell, uno de los principales dirigentes de Alternativa para Alemania (AfD), el partido de extrema derecha que registró un espectacular crecimiento en las últimas elecciones regionales.
La matanza tuvo lugar en la iglesia del Recuerdo, uno de los símbolos de la capital alemana.
Los yihadistas preconizan la utilización de vehículos, en particular camiones, para embestir contra los 'impíos'.
Hasta ahora Alemania no había sufrido un atentado a gran escala con muertos, pero sí hubo varios ataques perpetrados por individuos aislados y varios intentos desbaratados.