El grupo Estado Islámico (EI) reivindicó este martes el atentado con un camión que arrolló a un multitud en Berlín dejando 12 muertos, en tanto que la policía alemana seguía buscando al responsable.
'Un soldado del EI cometió la operación en Berlín en respuesta a los llamados para atacar a los ciudadanos de los países de la coalición internacional' antiEI, anunció Amaq, la agencia de propaganda de la organización yihadista.
La reivindicación llegó después de que la fiscalía alemana liberara al único sospechoso del caso, un demandante de asilo paquistaní, ante la falta de elementos incriminatorios.
'La persona sospechosa, detenida tras el ataque, fue puesta en libertad este martes por orden de la Fiscalía Federal', señaló la oficina. 'Las pruebas forenses obtenidas hasta el momento no proporcionaron evidencias de la presencia del acusado en la cabina del camión durante el crimen'.
'Se da el caso de que quizás tengamos a un peligroso criminal en la zona y eso, obviamente, pone a la gente nerviosa', advirtió por su lado el jefe de la policía berlinesa, Klaus Kandt.
'Por supuesto, estamos aumentando las medidas de seguridad. Ahora es necesario un nivel de alerta elevado', agregó.
El balance es de 12 muertos y 48 heridos, de los cuales 24 permanecían aún hospitalizados este martes de noche.
El sospechoso era 'a priori' el paquistaní llegado a Alemania el 31 de diciembre de 2015 siguiendo la ruta de los Balcanes y 'registrado en Berlín en febrero' como demandante de asilo, había indicado más temprano el ministro del Interior, Thomas de Maizière.
Una fuente de la policía berlinesa fue más contundente: 'Tenemos al hombre que no es', aseguraba al diario Die Welt. 'El verdadero asaltante está aún en libertad y armado y puede provocar nuevos daños', añadía.
Un día después del atentado, sigue reinando la confusión. Con la fiscalía antiterrorista encargada de la investigación, la policía registró en la mañana del martes uno de los grandes centros de refugiados de Berlín, en el barrio de Tempelhof, donde podría haberse albergado el sospechoso.
'Vino caliente y luego sangre'
Antes de que la policía mostrara sus dudas sobre la identidad del detenido, Merkel reconocía que 'sería particularmente difícil de soportar' la posible implicación de un demandante de asilo en el atentado en la capital alemana.
'¡Son los muertos de Merkel!', denunciaba en Twitter uno de los responsables del partido de derecha populista Alternativa para Alemania (AfD) Marcus Pretzell.
'Alemania ya no está segura' frente al 'terrorismo del islamismo radical', añadió la líder del AfD, Frauke Petry, criticando la decisión de la canciller de acoger en Alemania a cerca de 900,000 refugiados en 2015 y 300,000 más este año.
El drama se produjo en el mercado de Navidad situado en pleno centro de Berlín, a dos pasos de la iglesia del Recuerdo, cerca de una avenida muy comercial, la Kurfürstendamm.
El camión 'pulverizó, literalmente, la primera caseta de madera', contó a la cadena N1 una bosnia instalada en Berlín, Lana Sefovac, que visitaba el mercado con sus padres. 'Conducía directamente hacia nosotros, pero en un momento giró porque no quería ir contra nuestra caseta, sino contra la multitud. Quería atropellar a la gente'.'Todo el mundo estaba conmocionado (...) buscando a sus seres queridos. Un minuto antes bebíamos vino caliente todos juntos y uno después, algunos yacían ensangrentados en el suelo'.
Por el momento no se han revelado las identidades de las víctimas, a excepción del hombre hallado muerto en la cabina del camión, un ciudadano polaco asesinado con arma de fuego, que podría ser el titular de vehículo.
Merkel se desplazó por la tarde junto a algunos ministros al lugar del drama para observar un minuto de silencio y recorrer el sitio aún tapizado de escombros, y participó en una ceremonia en una iglesia cercana.
La simbólica Puerta de Brandenburgo fue iluminada por la noche con los colores alemanes y de Berlín.
Las banderas de los edificios públicos ondeaban desde la mañana a media asta, y al mediodía se celebró una ceremonia en recuerdo de las víctimas en la catedral de Saint-Hedwige, en el centro de la ciudad.
El drama de Berlín recuerda al atentado de Niza del 14 de julio, reivindicado por el grupo Estado Islámico (EI). Entonces, un camión mató a 86 personas al embestir contra una multitud que festejaba la fiesta nacional de Francia.