Un colaborador eficaz y testigo de la fiscalía narró el martes detalles de cómo una estructura supuestamente liderada por el expresidente Otto Pérez Molina y su exvicepresidenta Roxana Baldetti desfalcaron millones de dólares del estado guatemalteco.
Juan Carlos Monzón, exsecretario privado y entonces mano derecha de Baldetti, declara desde el lunes ante un juez sobre el proceso que se le sigue al exgobernante y su exvicepresidenta por supuestamente recibir comisiones provenientes de negocios que hacían en nombre del estado y sobornos que fueron a parar a manos de los exfuncionarios. Además por presuntamente hacerse de financiamiento electoral, sin reportarlo como establece la ley.
Monzón, quien también está detenido y enfrenta proceso, ha detallado cómo guardó en apartamentos y oficinas usadas como bodegas, millones de quetzales provenientes de los ilícitos, al tiempo en que detalló los lujosos regalos que funcionarios le hacían al exmandatario.
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Frente al Juez Miguel Ángel Gálvez, el testigo contó cómo varios exministros aportaron miles de dólares para comprar un vehículo Jaguar, blindado y una lancha rápida como regalo a Pérez Molina, sin determinar de dónde provenía el dinero.
Durante varios días se habló sobre la posibilidad de un careo ante el juez pero Pérez Molina, Baldetti y otros exfuncionarios se negaron a acudir a la audiencia en la que sólo se presentó Monzón.
Monzón ha explicado que recibió comisiones en dinero de compras que hizo el estado durante la emergencia por el terremoto que azotó Guatemala en 2012 y la adquisición de fertilizantes que el estado entregaba a campesinos para mejorar sus siembras.
Según el colaborador, el Partido Patriota (PP), al cual pertenecían los exfuncionarios, recibieron financiamiento electoral de instituciones públicas como municipalidades o el Registro Catastral. También explicó que tenía apartamentos y oficinas en varias zonas de la capital guatemalteca con millones de quetzales en efectivo de los ilícitos.
El colaborador nombró a los empresarios Felipe Bosch, de la empresa Pollo Campero, y a Mario López de la empresa de telefonía Tigo, como unos de los financistas del partido que llevó al poder a Pérez Molina y Baldetti.
Monzón habló asimismo de la amistad que tenía la exvicepresidenta Baldetti con Marllory Chacón, una narcotraficante guatemalteca extraditada y condenada en Estados Unidos por tráfico de drogas. Aseguró que el estado pagó 65 millones de quetzales (8.7 millones de dólares) por un proyecto de dragado para evitar que la casa de Chacón se inundara y en el que la exvicepresidenta Baldetti habría recibido una comisión por la adjudicación.
El colaborador dijo que los exfuncionarios tenían una planificación a 10 años de beneficios que podrían recibir de proyectos, hasta luego de haber dejado sus cargos públicos.
“Había un cuadro de la jubilación (al referirse a un cuadro donde detallaban los negocios) que contenía proyectos con los que se jubilarían. Por eso ‘La Línea’ “era la punta del iceberg”, dijo. La Línea es el nombre que se le dio a la investigación que llevó a Pérez Molina y Baldetti a renunciar a sus cargos supuestamente por haber defraudado al estado por millones de dólares y por los cuales están en prisión desde 2015.
Los exfuncionarios han negado los cargos. La declaración del colaborador se extenderá por lo menos dos días más.
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