Davao, Filipinas
Los socorristas encontraron este lunes 36 cuerpos en un centro comercial destruido por un incendio el sábado en el sur de Filipinas, anunció este lunes un responsable de los bomberos.
El jefe regional de los bomberos, Wilberto Rico Neil Kwan Tiu, declaró a los familiares de las personas desaparecidas que había contado personalmente 'unos 36' cuerpos en el edificio del NCCC Mall en Davao.
Otro cuerpo, no identificado, había sido hallado el domingo, con lo que son ya 37 los cadáveres hallados entre los escombros calcinados.
La alcaldesa de la ciudad, Sara Duterte, hija del presidente filipino Rodrigo Duterte, indicó previamente que 38 personas desaparecieron en el siniestro.
'No he podido salvarlas', agregó el responsable de los bomberos que presentó 'sus más profundas disculpas' a los familiares de las víctimas.
El fuego comenzó en el centro comercial NCCC, de cuatro pisos, la mañana del sábado y varias personas quedaron atrapadas en su interior, entre otros los trabajadores de una oficina de atención telefónica ubicada en la última planta
El centro de llamadas pertenecía a la multinacional estadounidense SSI.
Una investigación criminal fue abierta este lunes por las autoridades, pues las salidas de socorro habrían estado bloqueadas o no habrían sido instaladas.
Los incendios son un tragedia habitual en Filipinas, especialmente en las zonas pobres, donde no se aplica ninguna norma de seguridad en las construcciones.
En 2015, un incendio de una fábrica de zapatos en Manila dejó 72 muertos. Los supervivientes culparon de las muertes a las condiciones de trabajo impuestas por los dueños, que los hacían producir en talleres con barrotes en las ventanas y encerrados bajo llave.
El incendio más grave de la historia del país fue en 1996, cuando 162 personas murieron en una gigantesca explosión en una discoteca de Manila.
Los socorristas encontraron este lunes 36 cuerpos en un centro comercial destruido por un incendio el sábado en el sur de Filipinas, anunció este lunes un responsable de los bomberos.
El jefe regional de los bomberos, Wilberto Rico Neil Kwan Tiu, declaró a los familiares de las personas desaparecidas que había contado personalmente 'unos 36' cuerpos en el edificio del NCCC Mall en Davao.
Otro cuerpo, no identificado, había sido hallado el domingo, con lo que son ya 37 los cadáveres hallados entre los escombros calcinados.
La alcaldesa de la ciudad, Sara Duterte, hija del presidente filipino Rodrigo Duterte, indicó previamente que 38 personas desaparecieron en el siniestro.
'No he podido salvarlas', agregó el responsable de los bomberos que presentó 'sus más profundas disculpas' a los familiares de las víctimas.
El fuego comenzó en el centro comercial NCCC, de cuatro pisos, la mañana del sábado y varias personas quedaron atrapadas en su interior, entre otros los trabajadores de una oficina de atención telefónica ubicada en la última planta
El centro de llamadas pertenecía a la multinacional estadounidense SSI.
Una investigación criminal fue abierta este lunes por las autoridades, pues las salidas de socorro habrían estado bloqueadas o no habrían sido instaladas.
Los incendios son un tragedia habitual en Filipinas, especialmente en las zonas pobres, donde no se aplica ninguna norma de seguridad en las construcciones.
En 2015, un incendio de una fábrica de zapatos en Manila dejó 72 muertos. Los supervivientes culparon de las muertes a las condiciones de trabajo impuestas por los dueños, que los hacían producir en talleres con barrotes en las ventanas y encerrados bajo llave.
El incendio más grave de la historia del país fue en 1996, cuando 162 personas murieron en una gigantesca explosión en una discoteca de Manila.