Miami, Estados Unidos.- La temporada de huracanes en el Atlántico se acerca a su conclusión este sábado con una actividad por encima del promedio y encumbrando a Helene, que tocó tierra en Florida, Estados Unidos, con vientos de 220 kilómetros por hora (140 millas), como el ciclón más destructivo este año.
Como informó este lunes la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, en inglés), Helene, cuyo centro tocó tierra el 26 de septiembre en la costa floridana del Golfo de México, ocasionó más de 150 muertes y dejó una senda de destrucción que llegó hasta la zona montañosa de Carolina del Norte.
Helene no solo fue el huracán más mortífero que impactó en el Estados Unidos continental desde que lo hiciera Katrina en 2005, sino que además es el más poderoso que alcanza la región del Big Bend de Florida, en el noroeste del estado, desde que se tienen registros.
Otro récord ocurrido en esta temporada, que comenzó el pasado 1 de junio y culminará de manera oficial el próximo 30 de noviembre, fue el que marcó Beryl, el huracán de categoría 5, la máxima en la escala Saffir-Simpson, que más temprano apareció en la temporada.
Formado a fines de junio, Beryl tocó tierra cerca de Matagorda (Texas) como un huracán de categoría 1 y la marejada ciclónica que trajo provocó inundaciones considerables en ese estado y en Luisiana.
Entre tanto, el huracán Milton, que el 9 de octubre tocó tierra en Siesta Key (Florida), fue otro ciclón que se erigió entre los más destructivos de este año, tras ocasionar “un brote de tornados que produjo 46 tornados”. destacó hoy NOAA.
Milton, que alcanzó tierra como un huracán de categoría 3, causó lluvias torrenciales e inundaciones que en algunas partes dejaron totales de hasta 15 pulgadas (380 milímetros), además de una destructiva marejada ciclónica.
Otra peculiaridad que tuvo Milton es que ha sido uno de los ciclones con las intensificaciones más rápidas jamás observadas, tras incrementar la potencia de sus vientos 90 millas por hora en el lapso de 24 horas, entre el 6 y 7 de octubre.
Los meteorólogos de la NOAA habían anticipado que ésta sería una temporada por encima del promedio, un pronóstico que se ha visto cumplido al registrarse un total de 18 tormentas tropicales, de las cuales once se convirtieron en huracanes y cinco en huracanes mayores, es decir con vientos de 178 kilómetros por hora (111 millas) o más.
Una temporada promedio genera 14 tormentas con nombre, siete huracanes y tres huracanes mayores, de acuerdo a la NOAA.