La cápsula se soltó con éxito a 220,000 kilómetros (136,700 millas) de distancia en una exigente operación que requería un control de precisión, explicó la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón. La sonda, de apenas 40 centímetros (15 pulgadas) de diámetro, está descendiendo y se espera que aterrice el domingo en una zona remota y poco poblada de Woomera, Australia.
“La cápsula se ha separado. Felicidades', dijo el responsable del proyecto JAXA, Yuichi Tsuda.
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Hayabusa2 partió hace un año del asteroide Ryugu, a unos 300 millones de kms (180 millones de millas). Tras soltar la cápsula, se alejó de la Tierra para capturar imágenes de la sonda descendiendo hacia el planeta e inició una nueva expedición hacia otro asteroide lejano.
Unas dos horas después, JAXA dijo que habría reconducido con éxito a la Hayabusa2 a su nueva misión, mientras su exultante personal intercambiaba choques de puños y codos en el centro de mando de la agencia en Sagamihara, cerca de Tokio.
“Hemos llegado hasta aquí con éxito, y cuando cumplamos nuestra misión final de recuperar la cápsula, será perfecto', dijo el jefe de la misión, Makoto Yoshikawa, desde el centro de mando en un evento transmitido en vivo por internet.
Las muestras, sobre todo de la superficie del asteroide, contienen datos valiosos no afectados por la radiación espacial y otros factores ambientales comunes en la Tierra, dicen los científicos. Les interesa sobre todo analizar la materia orgánica que contienen las muestras.
JAXA espera encontrar pistas sobre la distribución de los materiales en el sistema solar y su relación con la vida en la Tierra.