Pese a que inicialmente, le fue negada su solicitud, ahora las autoridades estadounidenses analizan el caso de Ramírez, por lo que determinaron una audiencia de argumentos orales para octubre o noviembre de este año.
El caso ha sorprendido a toda la comunidad de Texas debido a las circunstancias que lo rodean y la inusual petición del ex infante de la marina, quien hace unas semanas acudió a una demanda fallida alegando que su petición es un acto simbólico de su religión.
LEA: Reo condenado a muerte demanda para que pastor imponga sus manos en la ejecución
Acusación
Jhon Henry Ramírez guarda prisión en Walls Unit en Huntsville, Texas, pero ha estado en el corredor de la muerte desde 2009, pues se le acusó de apuñalar 29 veces a Pablo Castro, de 45 años, en medio de un asalto de un 1.25 dólares en una tienda. Según la investigación, Ramírez estaba drogado durante el enfrentamiento.Cuando terrible hecho sucedió tenía tenía 20 años. El hispano aceptó que mató a alguien, pero niega que haya sido durante un robo.
Durante una entrevista para la BBC, el joven contó que esa noche se drogó con marihuana, cocaína, pastillas recetadas e ingirió alcohol. Asimismo, trascendió que tuvo una infancia dura, pues su padre apuñaló a su madre en reiteradas ocasiones.
ES DE INTERÉS: Corte de EEUU regresará a sesiones presenciales en octubre
Tras cometer el asesinato, el ex infante se escondió en México durante cuatro años, sin embargo, tiempo después fue capturado en la frontera con Texas.
Jhon Ramírez fue condenado a muerte con la inyección letal en 2017, pero se pospuso para el 2020 por el cambio de abogados que realizó, luego por la pandemia de covid-19 y ahora por analizar su último deseo.
El hispano se convertiría en el primero ejecutado en lo que va de 2021.
+: Talibanes matan a mujer que se negó a usar el burka y a varios manifestantes