“Hay cosas que necesitamos saber”, dijo el representante federal Raúl Ruiz, demócrata por California, que fue parte de la delegación que visitó la estación de la Patrulla Fronteriza en Lordsburg, Nuevo México, adonde fue llevada la niña poco antes de su muerte.
Ruiz, médico de profesión, cuestionó por qué los agentes fronterizos no solicitaron un traslado aéreo inmediato para Jakelin Caal después de que su padre reportó que la niña estaba enferma y vomitando.
El autobús en el que viajaban la niña y su padre salió del puerto de ingreso de Antelope Wells hacia la estación de Lordsburg, a unos 90 minutos de distancia. Para entonces, según el comunicado de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus iniciales en inglés), la temperatura de Jakelin alcanzó los 40,9 grados Celsius (105,7 Fahrenheit).
Los médicos de emergencias tuvieron que reanimarla antes de ser llevada vía aérea a un hospital en El Paso, Texas, donde murió al día siguiente.
La niña y su padre viajaban con un grupo de 163 personas que llegó a la frontera. Funcionarios del gobierno federal señalaron que Jakelin no había comido ni tomado agua durante varios días, algo que disputan los abogados de la familia.
Jakelin y su padre fueron procesados inicialmente en Antelope Wells. El representante federal Ben Ray Lujan, demócrata por Nuevo México, dijo que la estación contaba tan solo con dos retretes portátiles, no tenía agua corriente, y “celdas de retención inhumanas” en las que había niños y adultos juntos.
Ruiz dijo que una “examinación médica superficial” debió revelar si Jakelin sufría fiebre o un pulso elevado.
“No podemos perder la humanidad en el proceso de velar y procesar nuestras leyes”, subrayó.
La CBP señaló el martes en un comunicado que “revisará el incidente operacionalmente para aprender de esta tragedia”. El inspector general de la agencia matriz de la CBP, el Departamento de Seguridad Nacional, ya había anunciado una investigación sobre la muerte de la menor.
También el martes, las autoridades guatemaltecas informaron que se concluyeron los trámites necesarios para repatriar el cadáver de Caal.
La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores Marta Larra dijo que prevén que los restos lleguen a Guatemala el jueves y luego sean trasladados a su pueblo natal, San Antonio Secortez.