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Liberan en México a tres mujeres torturadas para obligarlas a confesar

La excarcelación 'aporta un rayo de esperanza para cientos de mujeres más que permanecen injustamente encarceladas en todo México', señaló la organización en un comunicado.

17.11.2016

Ciudad de México, México
Amnistía Internacional (AI) celebró la liberación este jueves en México de tres mujeres que fueron violadas y sometidas a tortura por elementos de la Marina en 2011 para obligarlas a 'confesar'.

La excarcelación 'aporta un rayo de esperanza para cientos de mujeres más que permanecen injustamente encarceladas en todo México', señaló la organización en un comunicado.

Erika Guevara-Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional, dijo que Wendy Hernández, Denise Blanco y Korina Utrea 'no deberían haber sido encarceladas'.

Además señaló que en México 'las fuerzas de seguridad someten habitualmente a las mujeres a abusos sexuales para obtener sus 'confesiones', en un intento de demostrar que están haciendo frente al desenfrenado crimen organizado'.

En junio de este año AI presentó un informe donde documentan 100 casos de mujeres que sufrieron agresiones sexuales, violaciones y otros tipos de tortura durante su arresto o posteriormente, de parte de policías municipales, estatales o federales o por miembros del ejército y la marina.

'Creemos que la presión de diversas organizaciones y la campaña de Amnistía Internacional han ayudado a su liberación', dijo a la AFP Josefina Salomón, vocera de la ONG, refiriéndose a los casos de Denise, Korina y Wendy.

De acuerdo con el informe de AI las tres fueron detenidas en Tabasco en hechos aislados.

Denise Blanco y Korina Utrea, quienes son novias, fueron detenidas en su domicilio, violadas en múltiples ocasiones y torturadas durante más 30 horas antes de ser presentadas ante la fiscalía. Un año después de los hechos no conocían los resultados de los peritajes que se les practicaron.

En el caso de Wendy Hernández, las agresiones sexuales le produjeron una infección que no fue atendida adecuadamente por los médicos y los peritos la revisaron cuatro años después de su arresto.

En opinión de Guevara-Rosas estas 'estremecedoras historias muestran el trágico estado de los derechos humanos en México'.