BEIRUT, SIRIA
Más de 25 civiles murieron este jueves en bombardeos atribuidos a la aviación rusa en la provincia meridional de Deraa, en Siria, en la jornada más sangrienta desde el inicio de la ofensiva del régimen y sus aliados para expulsar a los rebeldes de esta estratégica región.
Las potencias occidentales han criticado las operaciones militares lanzadas el 19 de junio por el régimen de Bashar Al Asad y su aliado ruso contra esta provincia, controlada en un 70% por los insurgentes. Varias oenegés han expresado su temor a una nueva crisis humanitaria en este país, en guerra desde 2011.
Tras haber consolidado su poder en la capital Damasco y sus alrededores, el régimen de Bashar al Asad se concentra ahora en el sur, una región clave que bordea la frontera con Jordania y los Altos del Golán, en parte ocupados por Israel.
Vea: Parlamento español aprueba definitivamente el presupuesto del 2018
Diecisiete de las 25 víctimas en Deraa perecieron al refugiarse en el sótano de una casa de la localidad de Al Mseifra, para huir de los bombardeos. Entre ellos había cinco niños, según precisó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
No fue posible confirmar con una fuente independiente si la aviación rusa llevó a cabo o no el bombardeo, pero Moscú siempre ha desmentido que ataque objetivos civiles.
'El balance del jueves es el más elevado desde el 19 de junio' indicó a la AFP el director del OSDH, Rami Abdel Rahman.
En total, en una semana unos 96 civiles han muerto en los bombardeos aéreos y por disparos de artillería contra sectores rebeldes, según esta ONG.
Desde el 19 de junio, las fuerzas del régimen han intensificado sus bombardeos en la provincia de Deraa y luego han lanzado una ofensiva contra los barrios rebeldes de la ciudad del mismo nombre.
Unos 750.000 civiles que viven en las zonas rebeldes del sur de Siria están amenazados por las operaciones del régimen, advirtió recientemente la ONU.
Además, desde hace una semana los combates y bombardeos aéreos concentrados en el este de la provincia de Deraa obligaron a huir a 45.000 habitantes, un éxodo sin precedentes en esta región, según la ONU, desde el inicio de la guerra.
'Ya no quedan habitantes aquí. Todos se fueron' explicó a la AFP un combatiente rebelde, Ahmad Abu Hazem.
Jordania ya advirtió el martes por la noche que su país no podría acoger un nuevo flujo de refugiados.
En Jordania ya hay 650.000 refugiados sirios registrados por Naciones Unidas.
Todo ello hace temer una nueva crisis humanitaria. Son ya cinco los hospitales inutilizados en este sector meridional del país desde que se intensificara la ofensiva el 19 de junio, según el OSDH.
'Los combates son tan intensos que no hay suficiente acuerdo para garantizar un paso seguro para los convoyes', deploró el jefe del grupo de trabajo humanitario de la ONU para Siria, Jan Egeland, en Ginebra.
'La escalada del conflicto en el sur de Siria va a deteriorar más la situación para una población que apenas tenía ya acceso a los cuidados médicos en los últimos años', indicó a la AFP una responsable de Médicos sin Fronteras (MSF), Gemma Domínguez.
Más de 25 civiles murieron este jueves en bombardeos atribuidos a la aviación rusa en la provincia meridional de Deraa, en Siria, en la jornada más sangrienta desde el inicio de la ofensiva del régimen y sus aliados para expulsar a los rebeldes de esta estratégica región.
Las potencias occidentales han criticado las operaciones militares lanzadas el 19 de junio por el régimen de Bashar Al Asad y su aliado ruso contra esta provincia, controlada en un 70% por los insurgentes. Varias oenegés han expresado su temor a una nueva crisis humanitaria en este país, en guerra desde 2011.
Tras haber consolidado su poder en la capital Damasco y sus alrededores, el régimen de Bashar al Asad se concentra ahora en el sur, una región clave que bordea la frontera con Jordania y los Altos del Golán, en parte ocupados por Israel.
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Diecisiete de las 25 víctimas en Deraa perecieron al refugiarse en el sótano de una casa de la localidad de Al Mseifra, para huir de los bombardeos. Entre ellos había cinco niños, según precisó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
No fue posible confirmar con una fuente independiente si la aviación rusa llevó a cabo o no el bombardeo, pero Moscú siempre ha desmentido que ataque objetivos civiles.
'El balance del jueves es el más elevado desde el 19 de junio' indicó a la AFP el director del OSDH, Rami Abdel Rahman.
En total, en una semana unos 96 civiles han muerto en los bombardeos aéreos y por disparos de artillería contra sectores rebeldes, según esta ONG.
Desde el 19 de junio, las fuerzas del régimen han intensificado sus bombardeos en la provincia de Deraa y luego han lanzado una ofensiva contra los barrios rebeldes de la ciudad del mismo nombre.
Unos 750.000 civiles que viven en las zonas rebeldes del sur de Siria están amenazados por las operaciones del régimen, advirtió recientemente la ONU.
Además, desde hace una semana los combates y bombardeos aéreos concentrados en el este de la provincia de Deraa obligaron a huir a 45.000 habitantes, un éxodo sin precedentes en esta región, según la ONU, desde el inicio de la guerra.
'Ya no quedan habitantes aquí. Todos se fueron' explicó a la AFP un combatiente rebelde, Ahmad Abu Hazem.
Jordania ya advirtió el martes por la noche que su país no podría acoger un nuevo flujo de refugiados.
En Jordania ya hay 650.000 refugiados sirios registrados por Naciones Unidas.
Todo ello hace temer una nueva crisis humanitaria. Son ya cinco los hospitales inutilizados en este sector meridional del país desde que se intensificara la ofensiva el 19 de junio, según el OSDH.
'Los combates son tan intensos que no hay suficiente acuerdo para garantizar un paso seguro para los convoyes', deploró el jefe del grupo de trabajo humanitario de la ONU para Siria, Jan Egeland, en Ginebra.
'La escalada del conflicto en el sur de Siria va a deteriorar más la situación para una población que apenas tenía ya acceso a los cuidados médicos en los últimos años', indicó a la AFP una responsable de Médicos sin Fronteras (MSF), Gemma Domínguez.