Ciudad de México, México
El gobierno mexicano anunció que multiplicará el número de efectivos de la Gendarmería Nacional en la frontera sur para reforzar la seguridad pero con el compromiso de respetar los derechos humanos de inmigrantes centroamericanos que atraviesan el país rumbo a Estados Unidos.
Alfonso Navarrete, secretario de Gobernación (Interior), se reunió en la capital con Manuel Velasco, gobernador de Chiapas (sur), el estado por donde ingresa el grueso de los migrantes indocumentados.
'Hemos platicado sobre la seguridad fronteriza, sobre reforzar nuestra frontera sur', dijo Navarrate al lado de Velasco en un video difundido en la página de Facebook del gobernador.
Este anuncio se produce en medio de fuertes tensiones con Estados Unidos tras la arremetida del presidente Donald Trump por el avance, la semana pasada por territorio mexicano, de una caravana de más de 1,000 migrantes centroamericanos que huyen de sus países a causa de la pobreza y la violencia.
'Vamos a reforzar la seguridad con más elementos de la Gendarmería que nos habrá de enviar Gobernación', dijo de su lado Velasco, sin detallar números ni plazos para el despliegue.
Navarrete subrayó que también es necesario crear 'un marco amplio de protección a los derechos humanos' de los centroamericanos que cruzan el país hacia la frontera norte con la intención de llegar a Estados Unidos o quedarse en alguna localidad mexicana.
Trump acusó a México de no hacer lo suficiente para detener la inmigración ilegal y anunció el envío de miles de efectivos de la Guardia Nacional para reforzar su frontera sur.
El presidente Enrique Peña Nieto acusó a Trum de tener 'actitudes amenazantes' y 'faltas de respeto' hacia México y ordenó el lunes evaluar los programas de cooperación con Estados Unidos.
Gran parte de la caravana se dispersó en el estado de Oaxaca (sur) luego de que autoridades migratorias entregaron a los centroamericanos permisos de hasta 20 días para dejar el país o un mes para iniciar el proceso de solicitud de refugio en México, que se está convirtiendo en punto de destino.
Parte de la caravana llegó en los últimos días a Ciudad de México, donde termina su trayecto.
Organizaciones defensoras de migrantes, como Pueblo sin Fronteras, que organizó la caravana, se reúnen esta semana con autoridades mexicanas para exigir que se amplíe el presupuesto destinado a los refugiados y se entreguen permisos de viaje a migrantes, que en su recorrido clandestino son víctimas de autoridades corruptas o de criminales.
El gobierno mexicano anunció que multiplicará el número de efectivos de la Gendarmería Nacional en la frontera sur para reforzar la seguridad pero con el compromiso de respetar los derechos humanos de inmigrantes centroamericanos que atraviesan el país rumbo a Estados Unidos.
Alfonso Navarrete, secretario de Gobernación (Interior), se reunió en la capital con Manuel Velasco, gobernador de Chiapas (sur), el estado por donde ingresa el grueso de los migrantes indocumentados.
'Hemos platicado sobre la seguridad fronteriza, sobre reforzar nuestra frontera sur', dijo Navarrate al lado de Velasco en un video difundido en la página de Facebook del gobernador.
Este anuncio se produce en medio de fuertes tensiones con Estados Unidos tras la arremetida del presidente Donald Trump por el avance, la semana pasada por territorio mexicano, de una caravana de más de 1,000 migrantes centroamericanos que huyen de sus países a causa de la pobreza y la violencia.
'Vamos a reforzar la seguridad con más elementos de la Gendarmería que nos habrá de enviar Gobernación', dijo de su lado Velasco, sin detallar números ni plazos para el despliegue.
Navarrete subrayó que también es necesario crear 'un marco amplio de protección a los derechos humanos' de los centroamericanos que cruzan el país hacia la frontera norte con la intención de llegar a Estados Unidos o quedarse en alguna localidad mexicana.
Trump acusó a México de no hacer lo suficiente para detener la inmigración ilegal y anunció el envío de miles de efectivos de la Guardia Nacional para reforzar su frontera sur.
El presidente Enrique Peña Nieto acusó a Trum de tener 'actitudes amenazantes' y 'faltas de respeto' hacia México y ordenó el lunes evaluar los programas de cooperación con Estados Unidos.
Gran parte de la caravana se dispersó en el estado de Oaxaca (sur) luego de que autoridades migratorias entregaron a los centroamericanos permisos de hasta 20 días para dejar el país o un mes para iniciar el proceso de solicitud de refugio en México, que se está convirtiendo en punto de destino.
Parte de la caravana llegó en los últimos días a Ciudad de México, donde termina su trayecto.
Organizaciones defensoras de migrantes, como Pueblo sin Fronteras, que organizó la caravana, se reúnen esta semana con autoridades mexicanas para exigir que se amplíe el presupuesto destinado a los refugiados y se entreguen permisos de viaje a migrantes, que en su recorrido clandestino son víctimas de autoridades corruptas o de criminales.