Las relaciones entre Trump y Pence se deterioraron mucho desde que el vicepresidente confirmó el jueves la victoria del demócrata Joe Biden en las elecciones presidenciales de noviembre, ante las dos cámaras del Capitolio, tras una jornada de una violencia inimaginable en Washington.
Una turba de partidarios de Trump irrumpió en el Capitolio, donde tuvieron que interrumpirse las sesiones. Cinco personas murieron en estos altercados, de los que el presidente republicano es acusado de azuzar con sus declaraciones.
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El sábado, múltiples informaciones de prensa citando a responsables gubernamentales de alto nivel aseguraron que Pence, que fue evacuado durante los incidentes en el Capitolio, decidió asistir a la investidura de Biden el 20 de enero.
El presidente electo declaró el viernes que Mike Pence era 'bienvenido' a la ceremonia, congratulándose al mismo tiempo del anuncio que había hecho Trump en Twitter sobre su ausencia en el evento, en el último mensaje en la red social antes de que su cuenta fuera desactivada.
Debido a la pandemia, la toma de posesión de Biden está prevista en un formato reducido.
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Tras la violencia del 6 de enero, el presidente saliente podría enfrentarse desde el lunes a un segundo proceso de destitución.
En el poder desde 2017, Donald Trump ya fue objeto en el Congreso de una proceso de destitución, iniciado por la presidenta de la Cámara de los Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, a finales de 2019.
Se le reprochaba haber presionado a Ucrania para iniciara una investigación por corrupción contra su rival Biden. Fue absuelto por el Senado, de mayoría republicana, a principios de 2020.