La justicia nicaragüense decidió este miércoles enjuiciar al empresario Henry Fariñas, testigo y blanco del atentado en el que murió el trovador argentino Facundo Cabral, por los delitos de tráfico de drogas y lavado de dinero y mantenerlo en prisión.
'Ordeno que la presente causa' contra Fariñas 'sea remitida a juicio oral y público' el próximo 31 de julio de conformidad con las pruebas presentadas por el Ministerio Público (Fiscalía), anunció el juez V Distrito Penal de Audiencia de Managua, Julio Arias, al concluir una audiencia de dos horas.
El juez consideró que existen 'indicios racionales suficientes' para procesar a Fariñas como presunto jefe de una red nicaragüense vinculada al narcotráfico internacional, de acuerdo con abundantes evidencias testimoniales, documentales y materiales presentadas por la Fiscalía en la audiencia.
De acuerdo con la acusación, Fariñas se encargaba de trasladar la droga que entraba al país procedente de Costa Rica para llevarla a Guatemala, con apoyo de colaboradores y una estructura logística bien organizada.
Junto a Fariñas serán procesados su hermano Pedro Fariñas -mano derecha en las operaciones de drogas-, Hugo Hans y William Vargas que figuran como socios de las sociedades anónimas creadas supuestamente para lavar dinero, según la Fiscalía.
Arias ratificó la orden de prisión preventiva contra los acusados, que permanecen desde hace un mes en una celda de máxima seguridad de la Policía Nacional.
Ordenó, asimismo, embargar de manera preventiva dos propiedades de Fariñas, remitirlo a examen del forense por supuestos problemas de salud, al tiempo que pidió a la policía valorar su traslado a otra cárcel por denuncias de maltratado.
La audiencia fue celebrada este miércoles en los juzgados de la capital con la presencia de Fariñas, bajo la custodia de una docena de policías bien armados, según constataron periodistas de la AFP.
Fariñas conducía el vehículo que llevaba a Cabral al aeropuerto en Guatemala -a quien había contratado para dos conciertos- cuando fueron emboscados por sicarios el 9 de julio del 2011.
Fariñas, que resultó herido, declaró en Guatemala que el atentado iba dirigido en su contra, ordenado por el costarricense Alejandro Jiménez, alias 'El Palidejo', capturado en marzo pasado y a quien autoridades policiales señalan como un enlace del cártel de Sinaloa de México.
El nicaragüense es dueño de una cadena de clubes nocturnos en Costa Rica, Panamá y Nicaragua, donde las autoridades decidieron capturarlo el 29 de marzo cuando entraba al país procedente de Guatemala.
El fiscal asignado, Francisco Morazán, dijo que en el juicio demostrará que Fariñas usaba el club Elite -del cual es dueño en Managua- para lavar dinero del narcotráfico y vender pequeñas cantidades de droga a los clientes, entre otros hechos.
La fiscalía anunció que llevará una veintena de testigos entre policías, un contador y trabajadores del club nocturno, así como numerosas pruebas documentales contenidas en un expediente de 39 páginas.
Fariñas, quien tras el atentado perdió el bazo, un pulmón y un riñón, rogó hoy al juez que lo cambiara de cárcel, porque pasa 'atrocidades', alegando que que si continua así no llegará 'vivo al final del juicio'.