La procesión de la Semana Santa más concurrida y más solemne de la ciudad de León, al occidente de Nicaragua, es la de San Benito de Palermo, que se celebra este lunes santo cuando miles de personas vestidas de “luz” acompañan al santo en promesa por las principales calles.
Los promesantes, sin distingo de edades o sexo, visten una cotona blanca hasta los pies, mangas largas, con una cinta negra alrededor de brazos y cintura.
Esta procesión es originaria de la Iglesia de San Francisco y sale a las 4:00 de la tarde y en su trayecto de más de cinco horas es acompañada con más de 30 mil feligreses católicos.
Su cabeza va cubierta por un pañuelo blanco y en su mano una candela para iluminar su camino con mucha fe.
Una de las tradiciones es regalar chicha de maíz y cacao en nombre de San Benito.Las personas que comparten esta bebida lo hacen por fe al Santo Negro en la ciudad de León.
En León, la devoción al santo tiene como referente el año 1924 cuando se instituyó la celebración eucarística ofrecida “al negrito”. Sin embargo, la devoción es más antigua y no hay datos precisos de su origen.
La celebración, una de las más grandes manifestaciones de fe del pueblo católico leones en la Semana Mayor, que atrae fieles de dentro y fuera del país, tiene muchas particularidades.