La pesquisa para juicio político del presidente Donald Trump entra en una semana crucial en la que los estadounidenses escucharán a algunos de los testigos más importantes y más cercanos a la Casa Blanca en sesiones consecutivas transmitidas en vivo.
Entre ellos está el embajador Gordon Sondland, el acaudalado donante cuyo constante alardeo sobre su cercanía con Trump ahora coloca a la investigación en el umbral de la puerta del presidente.
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Todos los testigos comparecerán bajo pena de perjurio y Sondland ya tuvo que modificar su última declaración debido a testimonios contradictorios de funcionarios y exfuncionarios de Estados Unidos. Personas al interior de la Casa Blanca, entre ellos un oficial del Ejército y un asesor del Consejo de Seguridad Nacional, iniciarán el martes con las audiencias de la semana.
Es un momento crucial en el proceso de la histórica pesquisa de la Cámara de Representantes. Los demócratas dicen que Trump exigió a Ucrania investigar a sus rivales demócratas a cambio del apoyo militar estadounidense que necesita para resistir la agresión rusa, y que eso podría ser la base para destituir al presidente. Trump dice que no hizo tal cosa y que los demócratas intentan afectarlo de cualquier forma posible.
El lunes, Trump dijo que estaba considerando una invitación de la presidenta de la cámara baja, Nancy Pelosi, para dar su propia versión de los hechos, posiblemente por escrito. Eso sería algo sin precedentes en esta confrontación constitucional entre las dos ramas del gobierno estadounidense.
“Aunque no hice nada malo, y no quiero darle credibilidad a esta farsa sin debido proceso, me gusta la idea y, para que el Congreso se enfoque de nuevo, ¡la consideraré seriamente!”, tuiteó Trump.
Un noveno testigo, David Holmes, funcionario del Departamento de Estado que escuchó a Trump hablando sobre las investigaciones en una llamada telefónica con Sondland mientras el embajador estaba en un restaurante en Kiev, fue agregado la tarde del lunes. Está programado para comparecer el jueves.
Las sesiones del martes en la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes comenzarán con el teniente coronel Alexander Vindman, un oficial del Ejército en el Consejo de Seguridad Nacional, y con Jennifer Williams, su homóloga en la oficina del vicepresidente Mike Pence.
Ambos son expertos en política exterior que escucharon con preocupación mientras Trump hablaba el 25 de julio con el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskiy. La denuncia de un informante sobre la llamada provocó que la cámara baja lanzara la investigación para juicio político.
Vindman y Williams dijeron que estaban intranquilos mientras Trump hablaba con Zelenskiy sobre las investigaciones de su posible oponente político para el 2020 Joe Biden y su hijo Hunter Biden.
Vindman reportó la llamada a los abogados del Consejo de Seguridad Nacional. Williams dijo que le pareció “inusual” e incluyó la lectura de la Casa Blanca de ella en el libro informativo de Pence.
“No me pareció adecuado exigir que un gobierno extranjero investigara a un ciudadano estadounidense”, dijo Vindman, un veterano herido de la guerra de Irak. “No hay duda” de lo que Trump quería.
La participación de Pence sigue sin estar clara. “Simplemente no sé si lo leyó”, testificó Williams en una entrevista a puertas cerradas en la cámara baja.
Vindman también registró preocupaciones sobre Sondland. Ofreció detalles sobre una acalorada reunión del 10 de julio en la Casa Blanca cuando el embajador presionó a los funcionarios visitantes de Ucrania a que investigaran lo que Trump quería.
“Hablaba de las elecciones de 2016 y una investigación sobre los Biden y Burisma”, testificó Vindman, haciendo referencia a la compañía de gas en Ucrania en la cual Hunter Biden fue miembro de la junta.