Cientos de miembros de la pandilla Barrio 18, detenidos en una cárcel en el noreste de El Salvador, desertaron de la agrupación delictiva y se declararon arrepentidos de sus crímenes, declararon este jueves a la AFP varios de los renunciantes.
'Nosotros ya no somos miembros activos de la pandilla, ya no somos pandilleros', manifestó a la AFP Ulisis Menjívar de 27 años, otro miembro de la violenta facción Revolucionarios del Barrio 18, una de los dos pandillas que siembran terror en El Salvador.
+ Mapa: ¿Cómo están distribuidas las maras y pandillas en Honduras
Menjívar dice que decidió dejar atrás una vida de 'peligro y muerte' después de participar en la prisión de San Francisco Gotera del programa 'Yo Cambio', que capacita a los expandilleros en diferentes áctividades productivas.
'Vamos a saber el valor del trabajo porque queremos prepararnos para una vida normal para reinsertarnos en la sociedad', expresó.
El director del centro penal, Óscar Benavides, confirmó a la AFP la deserción de 460 miembros de la pandilla de edades entre 18 y 50 años, incluidos 65 cabecillas.
El Penal de San Francisco Gotera alberga a 1.122 pandilleros, de los cuales 662 se resisten a abandonar la organización delictiva. Entre ellos hay 165 'palabreros' (cabecillas) que mantienen un férreo control sobre sus dirigidos.
El penal de Gotera es uno de los seis presidios que albergan a 16.507 pandilleros, en su mayoría por delitos de homicidio, extorsión y agrupaciones ilícitas.
Pandilla 18, la más violenta y sanguinaria